El pasado mes de febrero de 2019 abría sus puertas Hong Kong 70, un nuevo restaurante de comida cantonesa en el que, a diferencia de otros restaurantes de este tipo de gastronomía, los platos no se han adaptado a los gustos occidentales, ofreciendo propuestas de la auténtica gastronomía tradicional de Hong Kong. Es algo así como el hermano pequeño de Ninja Ramen, la taberna japonesa de Malasaña de la que ya hablamos anteriormente en Decoesfera.
Debe su nombre a que Hong Kong es conocida como la capital gastronómica de Asia por su diversidad culinaria. Y, en concreto, la comida callejera y los bulliciosos dai pai dong (puestos de comida callejera) son legendarios. Además, la decoración del local está inspirada en el ambiente de esta región china en la década de los años 70. En este restaurante los detalles se cuidan al máximo, tanto en el local, como en la oferta culinaria y el servicio.
El local cuenta con dos plantas bien diferenciadas. En la primera se respira el ambiente callejero del Hong Kong de los años 70 y nada más entrar la decoración recoge numerosos guiños a la cultura oriental, tales como los taburetes rojos, las mesas cuyos tableros están formados por piezas del popular juego chino Mahjong o los periódicos que cuelgan de las paredes que simulan los reales de la época.
Más al fondo, traspasando unos llamativos cierres metálicos decorativos, la sensación de estar en plena calle se agudiza con detalles como las réplicas de patos colgando de la cocina vista del restaurante bajo un cartel de luces de neón; las sillas y mesas metálicas como de terraza; un toldo de anchas rayas rojas, blancas y verdes; o el suelo de cemento con líneas pintadas como si de una vía urbana se tratara.
En contraste, la planta de abajo se vuelve más íntima y oscura, gracias al ladrillo visto, unas cortinas de color rojo oscuro de flecos que cuelgan de los techos abovedados o el terciopelo burdeos de algunos asientos en combinación con sillas de mimbre. Un letrero de luces de neón verdes y apliques de pared como única iluminación completan la sala, en la que como anexo esconde un original reservado circular de asiento corrido en forma de jaula dorada.  
En la planta baja, los baños también integran la ornamentación oriental, en los que toma protagonismo la cerámica china y numerosas y abultadas jaulas doradas ubicadas sobre el suelo en un rincón.
La gastronomía, ejecutada con maestría por chefs originarios de Hong Kong, no puede ser más variada ni genuina. Las propuestas provienen del recetario cantonés tradicional y todos los platos se elaboran a mano de forma casi artesana. Además, dispone de un menú del día (de martes a viernes a mediodía) para que el comensal pueda disfrutar de una pequeña muestra de la auténtica cocina tradicional cantonesa. El precio medio por comensal es de 20 euros y el horario de martes a domingo de 13:00h a 16:30h y de 20:30h a 00:00h.
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