Ya hace tiempo que las figuras de animales se han incorporado a la decoración. La mayoría de ellas surgieron o están inspiradas en juguetes infantiles, pero muchos adultos tenemos bien presente el niño o la niña que hay en nuestro interior y adoramos este tipo de figuras para adornar.
En concreto, me encantó en su día la idea de pegarlos en las tapas de los tarros reciclados, pintados en color dorado, para darles un toque más personal, pero hoy vamos un poco más allá y los vemos como protagonistas de un curioso DIY para San Valentín.
En la foto sobre estas líneas tenéis el material necesario para este proyecto, las figuritas de animales que pueden ser las típicas de juguete y de plástico, pintura de colores con el blanco, el rosa y el rojo como protagonistas y los pinceles para aplicarlas. La idea no puede ser más sencilla primero elegimos un color de fondo y una vez seco, pintamos detalles con el otro.
La belleza del resultado final dependerá en gran medida de nuestra habilidad con los pinceles y de nuestra capacidad creativa, pero la idea es muy inspiradora porque la podemos extrapolar a otros detalles decorativos que tengamos en casa como: un jarrón, un marco de fotos o los accesorios de almacenaje de un escritorio... ¿Qué os gustaría pintar para el 14 de febrero?
Vía | Handmade Charlotte
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