Habéis leído bien. No es que quince días sin los enanos en casa me hayan enloquecido, es que siempre aprovecho los quince días de campamento de verano para poner a punto sus dormitorios. Me parece que es el momento perfecto por varias razones: no están por medio (importante), puedo reciclar cientos de dibujos (me quedo con los mejores), tengo vía libre para hacer desaparecer camino de la parroquia o casa de amigos con hijos más pequeños los juguetes en buen estado que ya no utilizan y además ¡hay rebajas!
Lo primero es sacar los muebles, cortinas, visillos, libros, alfombras y juguetes y limpiar a fondo, o en caso de que se necesite, pintar. Cada dos o tres años les pinto los cuartos de otro color. Los niños crecen y lo que era una monada con cinco años, con ocho no es de recibo. Así que brocha en ristre hay que buscar una nueva paleta que combine con los textiles de la siguiente etapa.
Como ya comentábamos en otra entrada, lo mejor de las rebajas es comprar los textiles para la siguiente temporada, así que con las fundas de edredón ya compradas podemos elegir el nuevo color del dormitorio. Los tonos neutros son los que tienen más adeptos, se trata de conseguir una atmósfera relajante, no que los niños se pongan de los nervios nada más entrar en la habitación. Este año me he decidido por un lavanda muy tenue para el cuarto de la niña y un greige (beige y gris) casi imperceptible para el del enano. Por supuesto nada de gotelé, que eliminé en la primera puesta a punto de sus dormitorios.
Los muebles de doble función tienen su lugar especial en los cuartos infantiles: cajones bajo la cama, bancos con almacenaje o cabeceros con cajones son imprescindibles para que cada cosa esté en su sitio y haya un sitio para cada cosa. El mobiliario siempre es blanco en mi caso, así puede servirles para siempre, cambiando los textiles, aunque he visto unas preciosas camas color gris gustaviano que son muy bonitas y más sufridas que el blanco.
De todas maneras a mi enano, no tan enano le han dejado impresionado unos pupitres de madera que reproducen aquellos de las escuelas los años 30, con el detalle del agujerito para el tintero y el banco incorporado y los suyos se han quedado un poco pequeños, así que lo mismo aprovecho las rebajas.
En mi casa, o al menos por ahora que no son adolescentes, está prohibido que cuelguen posters o similares directamente de la pared. Tienen preparados unos marcos caseros con cuerdas y pinzas de animales para exponer sus obras de arte y si algún poster les gusta mucho se lo suelo enmarcar para que no rompa la armonía de la decoración, pero lo que esté colgado sea de su gusto.
Tengo la convicción de que un cuarto con las paredes abarrotadas de superhéroes, jedis, barbies o Nancys es perjudicial para la salud mental de los habitantes de la casa, la higiene de los dormitorios y la concentración a la hora de estudiar, así que para que los enanos tengan una cabeza ordenada sus dominios deben estarlo también y eso hay que facilitarlo. Siempre es mejor un buen armario de juguetes y material que se pueda cerrar, que miles de estanterías que al final están llenas de todo lo que no está en su sitio.
Aunque es importante que la creatividad y la imaginación campe a sus anchas por los cuartos infantiles, para asegurarme he comprado una preciosa guirnalda de estrellas luminosas para colgar del armario de la reina de mi casa (que obviamente no soy yo).
En cuanto a los libros, en mi caso es un problema, ya que tengo dos pequeños devoradores de libros y uno de ellos asmático. Nada coge más polvo que los libros y a ver quien tiene tiempo de sacar, aunque sea un par de veces a la semana, cada ejemplar para limpiarlo bien. Ante la falta de espacio en otro lugar de la casa, mis enanos tienen lo libros infantiles en sus dormitorios, pero dentro de una vitrina, así no cogen tanto polvo, pero están accesibles.
Cuando volvamos de las vacaciones, será un comienzo en toda regla: año nuevo, curso nuevo, libros y cuadernos por descubrir y un cuarto para estrenar donde sentirse seguros, cómodos y ordenados.
Más información | La Redoute, Laura Ashley, Maisons du Monde, Home &House En Decoesfera | En busca del tiempo perdido. Relojes para cuartos infantiles
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