La casa danesa Fritz Hansen al fin se decide a comercializar la silla Drop Chair de Arne Jacobsen 56 años después de haber sido diseñada, todo un clásico del diseño industrial que vuelve a la vida. ¡Ya era hora!
La Drop Chair fue diseñada por Arne Jacobsen en 1958 para el vestíbulo de SAS Royal Hotel de Copenhague junto a la butaca Egg y la silla Swan. Pero a diferencia de la Egg Chair, la Drop Chair nunca se produjo de manera industrial para comercializarse, hemos tenido que esperar 56 años para poder disfrutar de ella.
Es sin duda una de mis sillas preferidas, si hasta ahora era una pieza vintage de anticuario, ahora pasa a formar parte del Olimpo de las mejores sillas clásicas del diseño industrial, y pasa a formar parte de mi lista de de deseos junto a otras sillas clásicas del diseño industrial.
En su momento, 1958, se fabricaron cerca de 200 de sillas para el restaurante del hotel SAS Royal Hotel. En ese momento Fritz Hansen pensó que producir y comercializar a la vez todas las sillas que diseñó Jacobsen para el hotel era demasiado para el mercado.
Fue creada por uno de los grandes diseñadores de la historia del diseño industrial, Arne Jacobsen, cuyas piezas, se han convertido en clásicos, entre ellas la mítica silla 3107 más conocida como Silla Nº 7, creada en 1955 y de la que se vendieron más de 5 millones de copias, o la silla Hormiga de 1951 y las sillas Swan y Egg.
Su diseño se inspira en algo tan simple como una gota de agua, es una pieza muy versátil, es fresca y vibrante a la vez, cómoda y ligera, acogedora y ágil. Está disponible en plástico de seis colores distintos: negro, blanco, azul piedra, gris, y albero con patas cromadas recubiertas de polvo de color a juego con la silla, también está disponible tapizada con textiles o con cuero. La silla básica tiene un precio de 300 euros, la podrás comprar en las tiendas autorizadas por la firma, al final del post enlazo todas las tiendas que la venden en España.
A pesar de que la silla Drop Chair de Arne Jacobsen es una pieza extraordinariamente joven, se ha convertido en todo un clásico del diseño industrial nada más nacer. Y es que esta preciosa pieza tiene una gran personalidad, por eso funciona por si sola, viste cualquier espacio vacío, úsala como mueble auxiliar en un pasillo o en la entrada de tu casa, o como silla funcional en el estudio o en el salón para comer.
Su simplicidad de líneas la hacen perfecta para cualquier tipo de estilo decorativo, desde el más clásico al más contemporáneo. Además la podrás personalizar a tu gusto en función del acabado que escojas, el color y material te ayudarán a adaptarla a tu hogar.
Imágenes | Fritz Hansen Más información | Fritz Hansen Dónde comprar | Drop Chair En Decoesfera | Clásicos del diseño: Vitra adapta la silla Eames Wire Chair para exteriores
Ver 2 comentarios