Una amiga acaba de comprarse una casa nueva y está muy contenta porque su prioridad era que tuviera mucha luz y lo consiguió. Todas las habitaciones de la casa tienen más de una ventana, pero tiene el problema que la de la cocina le pilla justo encima del fregadero. Como ella misma me explicaba:
Me va a gustar mucho fregar los platos viendo la calle, mi casa da a un parque y las vistas son espectaculares. El problema es que yo me crié en una casa donde el escurridor estaba justo encima de la pila de lavar y ahora ando un poco desubicada de dónde poner los cacharros que friegue a escurrir… y por supuesto dónde los guardaré
En primer lugar, vamos a diferenciar dos funciones que tiene que cumplir nuestra solución decorativa:
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Debe tener un lugar donde secar lo que se lava, y tenemos que contar con objetos voluminosos como ollas o sartenes pero también con platos y vasos
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Debe tener un lugar donde colocar los objetos que normalmente ponemos en el escurridor, como tazas, vasos y platos
En segundo lugar, tenemos que pensar con cuánto sitio contamos, y elegir soluciones que se puedan guardar una vez terminamos de recoger la cocina en el caso de que sea poco (y en general, vaya, que no suele quedar muy bonito tener la encimera llena de barreños). Pasamos pues a distintas soluciones:
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Para escurrir: Usar dos escurridores diferentes, uno para la vajilla y otro para las ollas y sartenes. El escurridor de la vajilla se puede quedar a la vista si usáis todos los platos a menudo, ya que se pueden llenar de polvo y grasa si no tenéis cuidado. Existen modelos en madera, en plástico y en metal e incluso algunos, que se pueden colgar para obtener más espacio.

Para escurrir las ollas y sartenes lo más sencillo es el barreño de toda la vida pero también hay otras opciones como habilitar uno de los senos del fregadero para que sirva de escurridor en el caso de que tengáis más de uno. No olvidéis que fregando con agua caliente las cosas se secan antes y es posible que tengáis que secar menos objetos si los fregáis de esa manera.
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Para guardar la vajilla y el menaje, si no queréis tenerlos apilados de la manera original, ¿por qué no probáis a guardarla en cajones? O guardando dentro de un mueble los platos en vertical como en un escurridor normal. Eso sí, os tenéis que asegurar de que están secos cuando los metáis porque la humedad podría estropear el mueble.
Como siempre, si os animáis a hacernos llegar vuestras preguntas, ya sabéis que estamos a vuestra disposición en editores arroba decoesfera.com. Eso sí, si nos mandáis fotos será más fácil resolver vuestras dudas.
Imágenes vía | Apartment Therapy
En Decoesfera | Cómo distribuir tu cocina
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8 comentarios
todo en un dia
Tenia un profesor en la carrera que siempre nos decia que el fregadero tenia que ir siempre debajo de la ventana, para que la mujer mientras fregaba los platos viera como el marido y los niños se bañaban en la piscina jejeje.
Lo que hay que vigilar mucho es con el grifo, porque si la ventana no es corredera pueden surgir problemas al abrir la ventana.
pd:que conste que en mi casa frego yo!!!!
Patch
Es cierto lo que dices del grifo, yo lo he visto en alguna casa (cierto que los dos casos son apartamentos de playa) pero eso es lo típico que sólo se te ocurre cuando estás viviendo en la casa :)
No dudamos de que los lectores y las lectoras de Decoesfera se reparten por igual las tareas domésticas, ¿eh?
Morthylla
A decir verdad a mí no me gustan nada los muebles encima del fregadero. Acá en casa es así y el escurridor está escondido en el mueble justo encima, de forma que colocas todo allí y el agua escurre sin problemas. Pero a mí eso me molesta muchísimo, porque el mueble entero me da la idea de que oscurece muchísimo el area a usar. Lo mismo pasa con las encimeras, que si no prendes la luz no ves nada.
La solución que más me gusta es un escurridor de dos niveles, como este, que se coloca al lado del fregadero. No siempre es cómodo de usar, porque son más estables para los platos que para vasos y ollas, pero he visto otros modelos con un poco más de espacio. Aunque allí uno comienza a complicarse porque el escurridor puede ser demasiado grande para el fregadero.
maiky
UUmm la solución se llama lavavajillas. Yo también tengo la ventana justo encima del fregadero y ademas la ventana es practicable y oscilobatiente (vamos que no es corredera) y ajustamos para que no chocara con el grifo a la hora de abrirla. Tampoco tengo muebles superiores. Y puntualmente cuando hay que fregar cosas a mano tenemos un pequeño escurridor extensible que se coloca sobre el fregadero (que es un bajo-encimera). Fregar mirando por la ventana viendo parte de la Alcazaba y la catedral de Málaga no tiene precio :-)
Gelenius
Me gusta mucho la idea de que se ponga la ventana encima del fregadero, siempre que la ventana dé a la calle o al jardin, porque a un patio de luces, como que no. Al leer el post, he pensado lo mismo que maiky, la solución: lavavajillas. Y no solo por el tema de la ventana, sino por comodidad. A pesar de tener lavavajillas, cuando tengo que fregar alguna olla o sartén, paño limpito en la encimera al lado del fregadero, allí se escurre unos minutos, y seguidamente la seco y la guardo en su sitio dentro de un armario. Saludos,
kanete
Cuando era pequeño vivía con mis padres en un piso que tenía el fregadero pegado a la pared, y luego nos mudamos a una casa que lo tenía debajo de la ventana. Cuando empecé a llegar al fregadero, como mis padres trabajaban todo el día al que le tocaba fregar los platos era a mi, y cuando buscaba piso recuerdo que desechaba inconscientemente todos los pisos que no me permitieran tener el fregadero debajo de la ventana.
En casa de mis padres el mueble está a un lado de la ventana y no le he visto ninguna pega nunca porque esté ahí.
bobbye
Lo mio fué mejor. Se mudaron al piso de abajo unas azafatas de lineas aereas. Las cocinas son simétricas y mirando para abajo por mi ventana de la cocina, se ve la suya, que la tenían sin cortina. Se pasaron todo el verano en tanga por casa. He de decir que ese año, no se fregó en mi casa un plato con el lavavajillas. Mi mujer encantada, y yo ni os cuento... ¡que gran cosa las ventanas en la cocina!