Tal vez no sea Dinamarca el país en el que habéis pensado para vuestras vacaciones de verano, demasiado al norte, tal vez haga frío… sin embargo en sus costas hay lugares estupendos donde pasar la época estival con casas de veraneo tan maravillosas como la que vamos a ver en este artículo.
Se trata de una casa antigua, del siglo XIX construida en una zona de la costa cerca de Copenhague, que en su época fue casa de pescadores y que se ha restaurado para adaptarla a los gustos y las necesidades de hoy en día. El color blanco y la luz natural son los protagonistas principales después de la reforma, varias habitaciones pequeñas separadas se han convertido ahora en un conjunto de espacios comunicados y abiertos.
Cuando se decidió la restauración de la casa esta estaba muy deteriorada, en algunas zonas prácticamente destruida, eso puede parecer una gran desventaja, pero sin embargo en cierto modo es algo positivo porque conduce a la idea de unir habitaciones y crear espacios más grandes y más abiertos.
Si bien antiguamente la tendencia obligaba a dividir las casas en muchas estancias pequeñas aunque fuesen oscuras, hoy en día se hace todo lo contrario. Lo que nos interesa ahora es minimizar el número de tabiques para aprovechar al máximo el espacio y para disfrutar de la luz natural siempre que sea posible.
En las imágenes sobre estas líneas vemos las zonas destinadas a sala de estar y comedor. Los muebles elegidos para el comedor, tanto la mesa como las sillas, son bastante previsibles, aunque se ha hecho mezcla de colores y modelos, son los muebles de moda y los que vemos en la mayoría de las casas de vanguardia. Igual soy la única a la que le pasa, pero a mi de tanto verlos ya me empiezan a aburrir.
El color blanco hace que la casa parezca aún más grande y luminosa de lo que es, la supresión de tabiques ha conseguido la libre circulación de la luz natural por casi toda la vivienda. Tal vez para algunos tanto blanco pueda resultar incluso excesivo, a mi me encanta sobre todo porque se trata de una casa de veraneo, tal vez para todo el año si que me llegaría a cansar.
En la foto vemos entre otras cosas el detalle de la escalera de forma cilíndrica que no ocupa casi espacio en el interior de la vivienda. Uno de los inconvenientes de las casas en dos alturas es que la escalera y su hueco puedan hacer que perdamos metros útiles, pero con una escalera como esta casi no se desaprovecha nada.
Siguiendo el mismo estilo que el del resto de la casa el dormitorio es también de corte minimalista con algún detalle curioso, como el taburete rústico que hace las veces de mesilla o la lámpara colgada de la pared. Me gusta el estilo aunque en mi opinión esa mesilla es poco funcional, yo prefiero algo con más cajones y más espacio de almacenaje aunque sea menos estiloso.
Un detalle interesante es el peldaño en piedra para los ligeros cambios de altura que hay al pasar de unas habitaciones a otras, imagino que habrá que probarlos para ver si son prácticos o no y si entrañan algún peligro. Quedan bonitos y por la altura no parece que sean necesarios, así que el motivo de su colocación debe ser más bien estético, si también son seguros la combinación es perfecta.
Lo destacable es que en una casa de veraneo no necesitamos demasiadas cosas ni adornos, los muebles justos e imprescindibles para nuestro día a día y nada más. El color blanco y la claridad son rasgos fundamentales de una casa para la época estival en la que nos gusta disfrutar de la luz natural de cada día. El estilo de moda, escandinavo y minimal con algún toque rústico, pero cada uno puede adaptarlo en función de su gusto personal.
Vía | Stylin Rooms
Más información | Norm
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