Hay que aplaudir el gusto que han tenido los dueños de este loft ecléctico en Filadelfia para reunir todo tipo de hallazgos de mercadillo, materiales rescatados de la basura y tesoros familiares de los que no querían desprenderse y hacer que combinen a la perfección en su precioso y espacioso piso.
A pesar de que hay quien utiliza el adjetivo ecléctico como algo despectivo al hablar de una decoración, como si nadie se hubiera preocupado de ceñirse a un estilo, en mi opinión es una forma de decorar tan válida como cualquier otra, solo que más complicada todavía ya que hay que armonizar elementos de muchos estilos que pueden resultar incompatibles en primera instancia.
Sin duda Lance DeWalt y Quoc Nguyen, los afortunados dueños del loft, han sabido hacerlo con maestría, resultando en un espacio acogedor y cómodo que desprende todo el carácter y la historia de los objetos que lo decoran, aunque también ayuda mucho la amplitud y la luz de los grandes ventanales.
La estancia principal es un gran salón-comedor con una cocina de concepto abierto (es un guiño a La casa de mis sueños y Tu casa a juicio) con preciosos sueños de madera oscura y el resto de superficies pintadas de blanco, incluidas las vigas del techo y las instalaciones, que quedan vistas.
En la zona de salón encontramos un precioso sofá de color fucsia, una alfomabra de formas geométricas y colores a juego con el sofá. La neutralidad la aportan la mesa de acero y mármol y la lámpara Arco con pie de mármol de Achille Castiglioni. El toque excéntrico lo aporta el jarrón dorado y, sobre todo, el sillón semiesférico que cuelga del techo.
La zona de comedor es otro ejemplo del eclecticismo reinante en toda la casa. El espacio lo domina una gran mesa negra rodeada de hasta cuatro tipos de sillas diferentes, desde unas de madera más tradicionales a otras más modernas como la reedición transparente de la silla Louis XV (la Louis Ghost de Philippe Starck) o un clásico moderno como la silla Panton.
Alrededor de la mesa encontramos todo tipo de muebles, como un gran aparador de madera con vitrinas, otro aparador de acero inoxidable, una extraña instalación de cuellos de camisa... sin olvidar la lámpara de araña dorada que cuelga sobre la mesa.
Sin embargo, mi zona favorita es la de la cocina, donde las lámparas doradas y los taburetes de forja y madera contrastan con el blanco impoluto y brillante de los muebles de cocina, que bien podrían haber sido parte de una casa minimalista si no fuera por la cabeza de ciervo dorada sobre la encimera.
El dormitorio se encuentra separado del salón por un tabique de madera que no llega al techo del todo, por lo que la luz se cuela por la parte superior, iluminando una estancia que de otra manera sería completamente oscura. Me gusta la puerta corredera reciclada que da acceso a la habitación, y el pequeño rincón de lectura creado junto a ella.
Una vez dentro del dormitorio, se agradece que sea un espacio amplio y no muy cargado, donde simplemente encontramos un aparador, una zona para colgar la ropa, un gran espejo vintage, una cama sencilla y una pequeña mesita-tocador junto a ella. De nuevo se vuelve a mezclar el estilo moderno de la cama y la silla Eames DSR con la mesita decapada, el espejo o la cómoda frente a ella.
En definitiva, este loft ecléctico de Filadelfia es un magnífico ejemplo de cómo decorar combinando objetos y muebles de diferentes estilos. Una delgada línea separa una decoración llamativa pero equilibrada de una histriónica que agobie nada más entrar por la puerta, así que si queréis hacer algo así en casa, tomároslo con calma y moderación.
Vía | Design Sponge Imágenes | Courtney Apple En Decoesfera | Puertas abiertas: un refugio familiar con encanto en Andros
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