He de confesaros un secreto: adoro ver imágenes de casas completas. Cuando os enseño habitaciones sueltas disfruto, pero es cuando veo casas completas es cuando de verdad me divierte ser redactora de Decoesfera. Las casas completas me permiten hacerme una idea de la personalidad de sus habitantes, obviando del detalle de si ha puesto una cama con cabecero de forja o tapizado. Hoy os traigo una de esas casas apasionantes: un apartamento en Varsovia lleno de color obra del estudio de arquitectura Widawscy.
Lo primero que salta a la vista en todas las imágenes es que prácticamente todos los muebles son blancos (blancos brillantes concretamente, que son los que más se llevan ahora). Este ambiente minimalista es el contrapunto perfecto a la explosión de color que vemos en los textiles y en las paredes, que han sido cuidadosamente decoradas para no apabullar al visitante.
En el salón, que encabeza el post, podéis ver en líneas generales la tendencia de toda la casa. El sofá en un gris azulado está rematado en verde flúor a juego con la alfombra, por ejemplo, que a su vez toma uno de los colores de la pared para mantener un estilo. Me gusta el detalle del mueble del fondo, en blanco, con una estantería del mismo verde que tenemos en pequeñas dosis en primer plano pero que al ser un espacio tan pequeño consigue que siga predominando el blanco en toda la estancia.
Cocina integrada en el salón a través de los colores
Tras el sofá tenemos la cocina integrada totalmente en el salón a través de los colores que ambos comparten. Una barra de desayuno y el propio sofá constituyen la separación visual de los dos ambientes. Aunque no se vea muy bien, la placa vitrocerámica está en esa misma encimera y por eso vemos la campana extractora salir de mitad del techo, en una decisión arriesgada pero que les ha salido bien.
Observad cómo el verde que veíamos antes es el mismo de los muebles de la cocina y funciona muy bien gracias a que se ha usado en pequeñas dosis, como en el interior de la lámpara, en el reloj de pared o en los dos pufs que tenemos a la derecha de la imagen. Para darle una personalidad propia a la cocina se ha decidido poner letras en vinilo sobre el fondo blanco de manera que queda un conjunto bastante discreto y elegante.
Al lado de la cocina tenemos este rincón dedicado al comedor, que probablemente fuera una habitación separada antes de la reforma. Este comedor totalmente blanco ha jugado con los contrastes de una mesa más bien clásica con las omnipresentes sillas Panton que ahora nos encontramos en tantos espacios “de diseño”. Para darle el toque de color se han elegido tres lámparas blancas por fuera que me encantan y un cuadro de pop art.
Un dormitorio sobrio
En contraste con el colorido del salón y la cocina, nos encontramos con un dormitorio de lo más sobrio, en el que la única nota que se sale del minimalismo es el papel pintado de la pared y no es estridente en absoluto. Las mesillas no tienen ni cajones y las lámparas se resuelven con apliques. Los textiles de esta zona son de tonos neutros y, aunque las sábanas que tienen ahora mismo tienen toques rojos, no me las imagino ahí por mucho tiempo.
… y un baño lleno de color
El cuarto de baño tiene todo el color que no hemos visto en el resto de la casa. Las paredes verdes hacen el contraste perfecto con los sanitarios blancos como el lavabo y la ducha, que probablemente esté en el lugar que antes ocupara una bañera por las dimensiones que se ven en la imagen.
Lo que no me acaba de convencer del baño son las teselas verdes, azules y amarillas que delimitan la parte del lavabo, ya que yo habría optado por dejarlo verde o blanco y no arriesgarme a ese pegote que vemos en la imagen. Otra cosa que no me convence son los ganchos para el albornoz dentro de la ducha ya que lo más probable es que éste acabe empapado durante la misma a no ser que los habitantes de la casa sean extremadamente cuidadosos. Eso sí, la grifería me ha encantado.
Vía | Contemporist
En Decesfera | Puertas abiertas: un apartamento colorista en Finlandia
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