En esta casa situada en el centro histórico de la ciudad mexicana de Mérida, el respeto por la arquitectura colonial te traslada a otros tiempos a la vez que te transmite una profunda conexión con la naturaleza. Esta es una casa en la que no hay una piscina; hay una alberca. Una casa en la que su circulación (a priori difícil por su planta alargada), fluye de manera natural por entre dos patios interiores.
De planta muy alargada, la circulación de esta casa se realiza por estancias, (como en un castillo) conectadas entre sí y/ o con alguno de sus patios.
La casa cuenta con dos patios, uno anterior cerca de la entrada o vestíbulo y otro posterior hacia donde se proyecta la circulación lineal del resto de la casa lo que generando un recorrido fluido a través de esta. A la casa se accede por un vestíbulo y su recorrido finaliza en una terraza frente a la piscina, o mejor dicho; frente a la alberca.
La vivienda cuenta con un estudio, vestíbulo, sala, comedor, cocina y dos dormitorios y dos baños,- uno de ellos incorporado a la habitación principal-.
LOS MATERIALES DE LA CASA
Los muros de estuco, en su mayoría de color neutro, son el lienzo perfecto para las obras de arte y las piezas vintage recuperadas que cambian su función para adaptarse a las nuevas formas de vida doméstica. Los suelos también marcan la personalidad de la casa, en su mayoría son de cemento con un diseño para cada estancia, ya sea en forma de mosaico tradicional o de grandes superficies. En el resto de la casa la madera en su estado natural o coloreada aportan calidez y funcionalidad al mobiliario, y el aluminio y el cristal permiten crear una estrecha relación interior exterior.
Imagen del acceso por el vestíbulo conectado con la sala de estar, comedor y cocina sucesivamente. Las estancias se conectadas a través de grandes vanos que mantiene el diseño tradicional de la casa.
El estudio que conecta con el patio anterior.
UNA DECORACIÓN ECLÉCTICA
Según el estudio de Taller Estilo Arquitectura responsables de la reforma de esta casa la selección de mobiliario y de arte que se reparte por muchas de las paredes de la casa obedece a una premisa, “utilizar piezas únicas que combinaran pasado y presente de la casa”.
Al no restringirse a una sola época el resultado es una mezcla ecléctica perfecta que combina mobiliario de diseño moderno-contemporáneo y tradicional.
Imagen de la cocina en la que también hay una pared con una composición artística. Las lámparas de cobre contemporáneas situadas sobre la isla contrastan con los taburetes de madera de estilo rústico.
La piscina de cemento blanco construida sobre una plataforma que se adapta al desnivel natural de terreno en el que se ubica lo que funciona como un elemento regulador de temperatura; el viento pasa sobre ella y refresca los espacios interiores de la vivienda.
La iluminación, la ventilación y la naturaleza tan vivida en la casa hacen de esta vivienda un lugar para disfrutar.
Proyecto e imágenes de Taller de Estilo Arquitectura S. de R. L. de C.V
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