Sí, ya sé que hay gente que probablemente verá cutre vivir en una casa y tener puertas como las que podéis ver en la imagen. Puertas, ventanas o piezas a los que seguramente les hace un cambio o una rehabilitación.
Pero qué queréis que os diga. A mí, y en determinados ambientes, me gustan. No me parece cutre, al contrario, le da ese toque bohemio y a pasado que tanto me gusta. Y en el caso de esta casa, con todo tan blanco e impoluto, el efecto me parece precioso.
La casa en cuestión, tiene 90 metros cuadrados, y como en toda buena casa nórdica, el blanco y la luz son los grandes protagonistas, al igual que esa encantadoras estufas. Los suelos, para potenciar la luz, también está pintado de blanco.
El salón es amplio, y además de la luz de las ventanas y una de las chimeneas que posee la vivienda, me han encantado las sillas de la mesa, unas sillas con formas orgánicas y en color madera que le dan el toque natural junto a la madera para el fuego o las plantas a este espacio blanco e inmaculado.
La cocina es moderna y funcional, siguiendo el estilo en blanco del resto de la vivienda con suelos pintados también en blanco. Como pieza destacable, la mesa de madera de la cocina, sin duda una auténtica joya.
Otra pieza reseñable, esta bañera exenta con pies que es pieza de anticuario y que a buen seguro más de uno de vosotros querría tener en su casa, ¿Verdad?
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