La reforma de esta gran casa unifamiliar en París ha sido el primer trabajo internacional de la interiorista Pía Capdvila. Un trabajo que impresiona por sus dimensiones -la casa cuenta con 1000 m2 repartidos en seis plantas-, y por el tipo de edificación que había que intervenir; un antiguo palacete de principios de siglo XX del arquitecto Henri Dubouillon, que incluye elementos arquitectónicos con mucha personalidad como la gran altura de techo de las plantas principales, las grandes ventanales de cuarterones, grandes cornisas...
Los propietarios -un joven matrimonio de empresarios (él francés y ella española) con tres hijos- ya residían en la zona y cuando vieron la posibilidad de adquirir este palacete, no lo dudaron con el fin de convertirlo en "la casa de sus sueños". Y aunque la vivienda estaba en buen estado, se decidieron reformarla completamente para adaptarla a sus necesidades y gustos.
La demanda fundamental de los propietarios a la interiorista Pia Capdevila fue que la casa resultara cómoda (de ahí la implementación de domótica en iluminación, calefacción, alarmas, persianas…) y que cada uno tuviera su espacio. Además, hicieron mucho hincapié en que todo se mantuviera ordenado, por lo que hubo mucho trabajo de diseño para el almacenaje.
También, que los espacios resultaran acogedores y confortables pese a la magnitud de algunos de ellos (por ejemplo, la suite mide 200 m2). De hecho, los dueños tenían miedo “de cómo llenar espacios tan grandes” y la solución se encontró en seleccionar algunas piezas gigantes.
Por su parte, Pía Capdevila supo desde el principio que “todo el look de la casa lo marcaba ella misma. Vi una base sobre la que trabajar y ésta me llevó a ofrecerles un estilo de líneas rectas con algunos toques retros, como
los elementos originales que mantuvimos”.
El resultado es una combinación de clásico y moderno donde la paleta de colores sobria y elegante, con grises, negros y piedras hace de hilo conductor en todas las plantas (salvo la de los niños). Además del uso de materiales habituales en sus proyectos la interiorista también introdujo algunos nuevos como el terciopelo porque según ella misma “ porque me lo pedía el proyecto y ese punto señorial queda precioso”.
Distribución por plantas
Detalle de la escalera que Pia restauró incluyendo la preciosa alfombra.
El palacete tiene una superficie total de 1.000 metros cuadrados distribuidos en seis plantas, además de un pequeño jardín en la entrada, un patio en la parte trasera y una terraza en la zona más alta. Un ascensor las comunica todas ellas, además de varias escaleras.
Plantas sótano
La casa tiene dos sótanos. En la planta -2 se sitúa la zona de relax de la familia compuesta por unas instalaciones ya existentes que incluyen sauna, hammam, baño turco y una piscina interior. El entorno de esta última se actualizó con plantas, nuevos revestimientos y las paredes se decoraron con cuadros de la conocida película francesa ‘La piscine’, a petición de los propietarios.
En la planta -1 que representa a pie de calle, además de la zona de servicio, se incluye un parking para tres vehículos, trastero y zona de plancha y lavado. Desde aquí se puede acceder de forma directa al patio trasero y también a la cocina, a través de una escalera interior.
En la lavandería mobiliario a medida con encimera de Krion y cestos con ruedas diseño de Pia Capdevila. El papel de rayas es un modelo de Rash.
Planta principal
A esta planta se accede desde la calle a través de una escalinata para acceder a la entrada principal de la casa donde un recibidor acristalado en forma de cubo da la bienvenida con una sensación de recogimiento muy agradable.
Una vez en el interior, llama especialmente la atención la altura de cuatro metros de los techos con sus cornisas y molduras, así como las columnas clásicas originales que parecen enmarcar el paso desde el recibidor hacia la espectacular escalera también de origen que hay enfrente y que vertebra toda la vivienda. Ésta es de mármol, con barandilla de madera y pasamanos de hierro forjado con aplicaciones de latón y se vistió con una moqueta de rayas de colores similares.
El salón y el comedor se sitúan a ambos lados del recibidor de forma simétrica y la distribución diáfana obliga a que compartan una misma línea estética con un zócalo de madera lacada blanca y la paleta cromática en base al tono piedra.
En el SALÓN: Sofá esquinero de Miki Beumala en piel natural con cojines, de Calma House, Lo de Manuela y Zara Home. Tras el sofá mesa de juegos y sillas, de Guadarte. Plaid sobre el puf, de Sacum. Cortinas diseñadas por Pia Capdevila con textiles de Gancedo y fabricadas por PDP Interviva.
En el comedor: Lámparas de techo colgantes, de Eictcholtz. Cuadros originales, de Lidia Masllorens en la galeria de Miguel Alzueta. Mesa y sillas
de comedor, de Guadarte con tapicería modelo Travis, de Gancedo. Centro floral, de Bossvi. Sobre la chimenea jarrón, de Zara Home.
Junto al comedor se sitúa la cocina distribuida en dos ambientes (trabajo y office) con una línea visual común a partir de los muebles de laca color piedra que se combinan con el negro elegido para la encimera, el revestimiento y la mesa. En esta estancia destaca la cúpula del techo potenciada con iluminación led y la ventana se transformó en una balconera para poder acceder al patio trasero.
Esta planta se completa con un aseo de cortesía de microcemento y papel pintado y una sala de estar con chimenea y un gran sofá a medida.
Planta primera
Toda la planta está ocupada por la suite del matrimonio a la que se accede tras cruzar un gran hall decorado con líneas simples y elegante. Para la decoración se han elegido cuatro piezas muy especiales, entre las que destacan dos cuadros fruto de la recuperación de dos puertas correderas cubiertas de pan de oro que había en el antiguo baño de estilo Art Decó de la casa.
La suite de estructura en forma de H lo que permite distribuir las zonas de dormitorio, despacho, tocador/recibidor y rincón de lectura con biblioteca y chimenea. Además, la altura de casi tres metros de este espacio ha permitido que este mueble que hace las veces de separador que combina madera y cristal se alce hasta media altura, de forma que no se corta la perspectiva visual.
DORMITORIO: Mesa de noche y cabecero de cama a medida, diseño de Pia Capdevila en madera de roble con beta lacado en negro. Tirador de la mesita de noche, de Arcon. Papel de pared, de La Maison Barcelona. Aplique, de Luz Vintage.
En cada extremo de la suite se ha distribuido, respectivamente, la zona para él y para ella, prácticamente de forma simétrica e incluyendo ambas un vestidor abierto (ella dos, uno para cada temporada), así como un baño completo, aunque cada uno con su particular estilo en base a revestimientos, acabados y detalles diferentes.
Toda la suite apuesta por unos tonos relajantes en base al tono piedra (un color que identifica los proyectos de la interiorista) y otros de tintes pastel en muebles y textiles, con toques de un elegante color negro (el preferido de la propietaria).
En el BAÑO: El espejo con almacenaje en su interior y el mueble de baño en laca gris con encimera a medida y lavabo integrado, de Krion para Porcelanosa, son diseños de Pia Capdevila. Grifería, de Gessi. Cerámica del baño, de Porcelanosa. Cesta de la ropa, de Zara Home.
Planta segunda
Ésta es la única planta que se dejó tal cual porque la distribución coincidía
plenamente con las necesidades la familia, aunque todos los espacios se hicieron nuevos. Así, incluye los tres dormitorios infantiles y dos baños completos que se reformaron íntegramente.
El espacio de la niña de 60 m2 está compuesto por el dormitorio, vestidor y un baño en suite revestido de microcemento en tonos gris y rosa, los mismos que la habitación.
En el DORMITORIO NIÑA: Sillas estilo Louis XVI 150 € estanterías y apliques de lectura, de Maisons du Monde. Funda nórdica blanca y colcha rosa, de Zara Home. Cojines sobre la cama nido, de Calma House. Letras Chloe fabricadas a medida y pintadas, por Stencil. Mobiliario diseñado a medida por la interiorista.
En cuanto a los dos niños, comparten un baño de similares características que el de la niña pero en tonos azules. Y en el recorrido entre éste y las habitaciones hay un pasillo con armarios para almacenaje.
Baños de los niños con revestimiento de microcemento gris claro
Planta Tercera
A esta planta se accede a través de una nueva escalera que da paso al altillo ya existente de la casa, configurado como un espacio para el disfrute de los hijos en las diferentes etapas de su crecimiento. Aquí la interiorista pensó en crear varias zonas y para ello eligió una mesa grande de estudio/comedor, unos sofás de Ikea para ver la tele y muebles de almacenaje. También creó un rincón para las clases de piano, equipó una pequeña cocina y añadió un aseo.
SALÓN: Sofás de Ikea. Alfombra, de Papiol. Mesa de centro, de Maison du Monde. COMEDOR: Sillas, de Sillatea. Nevera roja estilo retro Smeg.
El toque rompedor lo pone un atrevido color rojo elegido para la nevera y las sillas, seleccionado a partir de unos cuadros coloristas pop-art que aportaba la familia.
En los días soleados, y en esta misma planta, se disfruta de una terraza que da a la fachada posterior de la casa y en la que se ha dispuesto una mesa de comedor extensible, una zona de estar con sofás y se ha enriquecido con vegetación en sendas jardineras ya existentes, así como junto a los muros de separación respecto a las viviendas vecinas.
En la TERRAZA: Sofás y lámparas, de Les Jardins.
Proyecto de Pía Capdevila. Imágenes de © Jordi Canosa y Estilismo de Mar Gausachs