Pese a que cuando somos peques los ratones son animalitos que nos caen simpáticos gracias a los dibujos animados, lo cierto es que de adultos, a nadie nos gusta tener en casa a estos animales.
Los ratones no solo pueden ser molestos, también son destructivos y pueden traer enfermedades hasta nuestro hogar, o cuando menos, provocar alergias a los miembros de nuestra familia.
¿Cómo saber si tienes ratones en casa?
Según los expertos, incluso si no has visto un ratón (suelen ser escurridizos e intentan no dejarse ver), existen ciertas señales reveladoras que indican si hay actividad de estos animales.
Detectar estas señales también nos ayudará a encontrar el lugar por el que pueden estar entrando los ratones. En este caso, deberás bloquear agujeros o huecos en ladrillos, zócalos, la zona de alrededor de tuberías e incluso aberturas de ventilación.
Al margen de bloquear esas entradas, es importante detectar las señales. Señales visibles, como sucede con las mordeduras. A los ratones les encanta roer para desgastar sus dientes. Y cuando estos roedores están por casa, podrás ver agujeros o marcas de morder en paquetes de comida, cables, muebles o incluso paredes y zócalos.
Los excrementos de los ratones es otra de los señales de aviso. Estos son pequeños, de forma cilíndrica, y de oscuros. En muchos casos, cuando se secan, parecen pequeños granos de arroz. Puedes encontrarlas en el suelo, pero también en zonas de anidación, o donde acuden a comer, detrás de armarios, pequeños rincones, estantes de la despensa...
Cuando limpies estos excrementos, es muy importante que utilices guantes protectores y que los eches en bolsa de basuras selladas. Luego, deberás limpiar y esterilizar las zonas afectadas.
Junto a los excrementos, la presencia de orina es otra señal. Los ratones orinan constantemente, así que si ves pequeños charquitos que salen de forma inexplicable, tienes ratones en casa. Cuando se secan, quedan una mancha amarillenta.
La orina además originará un fuerte olor parecido al amoniaco. Hay que tener en cuenta que los ratones utilizan la orina para marcar su territorio. El olor puede llegar a ser muy desagradable y potente en áreas cerradas como áticos , desvanes y trasteros, cajones, despensas o armarios. El olor también puede ser potente a lo largo de zócalos y paredes, por donde los ratones se rozan y pasan su pelaje.
Precisamente, en esas zonas pegadas a las paredes es posible que encuentres manchas de grasa. Los ratones tienen una visión no demasiado buena, así que tienden a moverse por casa recorriendo las paredes. Y al rozarse con los zócalos, la grasa de su pelaje se mezcla con la suciedad y e polvo, dejando su huella.
Los ruidos son otra señal de que en casa tenemos roedores. Ya hemos dicho al comienzo del artículo que los ratones huyen de nuestra presencia y que suele ser complicado verlos. Pero su presencia es evidente por el ruido que hacen al masticar o roer objetos, o las paredes de nuestra casa. Los pasos, o el jugueteo de los roedores también te ayudarán a descubrirlos.
Para acabar, los ratones suelen crear nidos en las zonas donde buscan alimento y refugio. Los ratones hacen sus nidos con materiales como papel, astillas de madera, pellets, o basura muy variada. Pueden anidar en el desván, detrás de armarios y electrodomésticos, techos suspendidos...
Fotografías | Benjamin LECOMTE en Unsplash, David Bartus para Pexels
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