Para muchos el año no empieza en enero, sino que es septiembre el mes en el que todo recomienza. Atrás queda el intenso verano, en el que las costumbres se relajan y dedicamos más tiempo al ocio. En los meses de calor y vacación, la casa se ve invadida a todas horas del día, los niños juegan, los mayores campan a sus anchas, y como consecuencia la casa empieza a pedir un buen repaso.
A finales de agosto, cuando llegan algunos días de refresco y las fiestas de los pueblos de los alrededores agotan sus últimas tracas, suelo sentir una imperiosa necesidad de orden. Septiembre siempre viene en mi ayuda con la vuelta al trabajo, momento en el que la casa va recuperando una necesaria soledad. Una buena limpieza general hecha de forma gradual a lo largo del mes, nos ayudará a afrontar el curso con otros aires.
Resulta imprescindible una limpieza general de la cocina, una de las estancias de la casa que más sufre en las vacaciones, sin olvidar la puesta a punto de desagües y electrodomésticos, así como especial atención al frigorífico y el microondas, tanto por dentro como por fuera.
La limpieza del salón es imprescindible después de las vacaciones, aprovechando el calor de septiembre para dejar secar al aire cortinas, fundas, y cojines. Además de la limpieza, no está de más una renovación que nos hará sentirnos mejor y más libres de carga, dando salida a todo lo que sobra en el trastero o armarios, y reordenándolos.
Quizá en algunos caso necesitemos salir de compras para dar con el complemento adecuado que nos ayude a reordenar algunos rincones. Conocer algunos trucos para ordenar la casa nos allanará el camino para tenerlo todo a punto con menos esfuerzo.
Quizá podamos hacer algo de sitio retirando revistas viejas, muebles innecesarios o demasiado deteriorados, trastos de esos que nadie hace caso y que llevan tiempo sin usarse. El resultado será un espacio más relajante, con necesarios vacíos que dejen fluir la circulación.
También es un buen momento para ir pensando en el cambio de ropa de temporada, al menos para ir planificando con qué ropa nos vamos a quedar y cuál vamos a reciclar o donar, y comprar o renovar los contenedores adecuados para guardarla.
Será inevitable poner la mirada en el exterior, recogiendo algunos enseres de la terraza o el jardín, y dando una buena limpieza a la barbacoa (quien la tenga, claro).
Prestando un poco de atención a la casa este mes conseguiremos afrontar la llegada del otoño con aires renovados y ligeros de equipaje, disfrutando de una casa ordenada y limpia.
Imágenes | Jturn en Flickr, Wonderlane en Flickr
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