La temporada de verano está acabando y ha llegado el momento de ir recogiendo los bártulos que os han acompañado en las cálidas noches. La barbacoa seguro que ha sido uno de vuestros mejores amigos y os ha dado más de una alegría a todos aquellos que sois tan afortunados de contar con un jardín en casa o un lugar en vuestra terraza.
Es importante guardar bien la parrilla para que os sirva para el año que viene y así poder disfrutar otro verano de las barbacoas de carne, de pescado o de verduras según vuestras preferencias. He aquí lo que debéis hacer después de usar la barbacoa de carbón:
Con cada uso:
Precalentad la barbacoa con la tapa puesta con las rejillas de ventilación abierta durante unos 30 minutos. A continuación, frotad la parrilla con un cepillo con cerdas de bronce para eliminar los restos. Después de cocinar, hay que volver a lavar las rejillas.
Después de cada uso, volver a tapar la parrilla y dejar que el carbón queme cualquier resto de comida que quede. Una vez se enfríe, usad un recogedor de metal para quitar las cenizas y tiradlas en un cubo de metal para evitar que se incendie la basura si queda algún rescoldo.
Una vez al año:
Lavad y enjuagad la parrilla tanto por dentro como por fuera con una mezcla jabonosa de detergente líquido y agua caliente con un estropajo de aluminio. Preferentemente, desmontad la parrilla para hacer una limpieza más a fondo y si queréis, usad la manguera del jardín. Dejad que se seque al sol antes de volver a armarla para evitar que se oxiden las piezas.
No dudéis en comprar una nueva si en la base quedan demasiados residuos que no se pueden retirar del todo, por seguridad y por higiene.
Guardad la parrilla en un lugar seco.
Imagen vía | Jlastras En Decoesfera | Barbacoas
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