He de reconocer que tender la ropa nunca ha sido mi punto fuerte. Cuando acaba la lavadora y toca tender, no pienso si poner las camisas en una percha, los calcetines y ropa interior por un lado, o los pantalones colgados de una cierta forma. saco la ropa, cojo el tendedero y lo coloco tal cual, como va saliendo.
Sin embargo, hay pequeños gestos que nos cambian el día a día. A veces no es una gran reforma, ni un mueble nuevo, ni una lámpara de diseño. A veces, el detalle que transforma tu hogar empieza en algo tan simple como tender bien la ropa que sacamos de la lavadora.
Y si no, que se lo digan a Laura Giraldo (@mylovelyhome4), experta en orden y limpieza, que a los 34 años descubrió una forma de tender pantalones que no solo ahorra espacio, sino que acelera el secado. Y lo cierto es que el truco es tan simple como efectivo: colocar cada pierna del pantalón en una varilla diferente del tendedero.
El arte de tender también es decoración
Puede parecer banal, pero quienes cuidan su hogar saben que la armonía también nace de los hábitos. Tender bien no es solo una cuestión de funcionalidad, es también un gesto de cariño hacia nuestra ropa, hacia el espacio que habitamos e incluso un mimo a nosotros mismos.
"Yo aprendí a colocar bien los pantalones en el tendedero a los 34 años. Todos los días se aprende algo nuevo", bromea la experta. El método, sencillo y lógico, tiene varias ventajas:
- Ahorra espacio. Al colgar los pantalones abiertos, se aprovecha mejor el ancho del tendedero.
- Secado más rápido. El aire circula mejor entre las telas, especialmente en tejidos gruesos como vaqueros.
- Menos marcas. Al no doblarlos, se evitan esas líneas rebeldes que ni la plancha corrige.
Y todo esto sin necesidad de comprar nada nuevo, sin trucos mágicos ni artilugios de diseño. Solo una forma distinta de hacer lo mismo de siempre, pero mejor. Es decir, colocar cada pierna del pantalón en una varilla, y listo.
La filosofía de Laura es clara, ordenar no es solo limpiar, es repensar la rutina, abrir oportunidades y dar sentido a los gestos más comunes. Y esa forma de tender pantalones, que aprendió pasada la treintena, no es más que otro ejemplo de cómo los pequeños cambios generan grandes resultados.
Fotografías | Laura Giraldo
En Decoesfera | El mágico resultado de esta cocina de alquiler después de una reforma express y económica
En Decoesfera | Este baño estaba enmoquetado y era feo como un dolor de muelas: vivió una transformación radical y ahora yo querría tenerlo en mi casa
En Decoesfera | La fantástica reforma de esta cocina es el mejor ejemplo de cómo podemos renovarla nosotros mismos sin gastar un pastizal
Ver 0 comentarios