El siguiente paso de Ikea: Abrir locales en el centro de las ciudades e inaugurar tienda online

Hombre, eso que dices suena a chantaje. Es decir, que a pesar de que se ofrezca un producto y servicio deficiente ¿dices que hay que compraros porque sois españoles? Os tendréis que ganar ese derecho, digo yo. Porque me gustaría ver tu lista de la compra... Estoy de acuerdo en fomentar el comercio interior, pero ahora bien, esto empieza en los propios comerciantes. ¿No se puede competir en precios? Pues bien, competid en calidad y en atención al cliente, que eso se ha demostrado que funciona, y cada vez más un buen servicio pre/post-venta es un factor diferencial a la hora de elegir. Ah, y adaptarse a los tiempos también cuenta, no me vale eso de "esto se ha hecho así toda la vida". Conoce a tus clientes y establece un factor diferencial.

En resumen, que eso de "soy español y me tienes que comprar a mí porque sí" no tiene ningún sentido y además genera antipatía. Como dice el compañero de arriba, ¡¡¡a ponerse las pilas!!!

Hola mueblesdekomoda.inte. Primero he de decirte que sí que he tenido un negocio en el que me dejaba la vida y el dinero para subsistir. Y tenía que luchar contra grandes cadenas, pero nunca me oírías lloriquear lastimosamente. Luego te diré que la experiencia que estoy teniendo últimamente con las tiendas de proximidad es absolutamente lamentable. Pido una habitación para la niña, que siempre tiene que ser por catálogo (En IKEA no) tardan tres meses y pico en traerla. Cuando viene se equivocaron de medidas. Otro mes más. Cuando viene se equivocaron de tiradores. Cuando ya está todo, me la han dejado mal montada.

Otro caso, compro un arcón para los pies de la cama. Tardan un mes en traerlo. A las dos semanas de tenerlo, me apoyo con la mano en él para ponerme un zapato y se rompe. Voy a la tienda y me da a entender la tendera que quizás como estoy un poco gordo... Me pide una nueva tapa, tardan más de un mes. Cuando viene la tapa me llama y me dice que ya está pero que si quiero que me la monten tardará otra semana. Voy a por ella, que ya estoy harto, le digo. Me la traigo a casa y me la mandan sin los tornillos correspondientes. Ya me busco yo la vida y la monto.

Compro un mueble de salón, por catálogo por supuesto. Cuando me viene, veo que las guías de los cajones son puros palitroques, y los cierres, los típicos imanes de los años sesenta. Voy a abrir un cajón y una de las guías se parte. Un mes para que venga alguien a casa a ponerme la guía. Le comento que uno de los elementos tiene poca estabilidad. El tío creyendo que soy gilipuertas, le sujeta casi imperceptiblemente con el hombro y me dice que está bien. Le mando al carajo y he sujetado el mueble a la pared con una pletina y un tornillo.

Ya van tres tiendas a las que no vuelvo. Sin embargo te estoy escribiendo a la luz de una lámpara de IKEA con quince años o más, apoyada en un Expedit de las mismas fechas que está como el primer día.