Con el cambio de temporada llega el cambio de armario y es el momento de lavar y guardar la ropa de abrigo hasta que la volvamos a necesitar en otoño. Hay que tener cuidado porque las prisas por lavar todo lo más rápido posible nos pueden jugar alguna mala pasada.
Estos días hemos visto como algunos han tenido problemas con el lavado de sus chaquetas de plumas. Los plumíferos, de plumón auténtico y también sintéticos, son delicados para el lavado y si no tenemos cuidado podemos arruinar su forma para siempre. Una vez que el plumífero se ha deformado por una mala práctica es difícil que recupere su forma original.
Algo fundamental a tener en cuenta es revisar la etiqueta para comprobar si se puede lavar a máquina o exclusivamente está aconsejado el lavado a mano. Aún si se puede lavar a máquina hay que tener igualmente cuidado con el secado, este tipo de prendas hay que secarlas a la sombra o en la secadora pero a baja temperatura. Tampoco conviene sacudirlo en exceso, como sí hacemos con otras prendas.
En general, las chaquetas de plumas son delicadas y aún cuando la etiqueta permita lavarlas a máquina, conviene colocarlas en una bolsa de lavandería para evitar la fricción. Para el secado lo mejor es colocar el plumífero en posición horizontal y darle golpes suaves para desenredar lentamente las fibras enredadas del plumón.
Foto de portada | jackmac34 en Pixabay
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