La barandilla y el suelo son elementos clave de terrazas y balcones que en ocasiones requieren de intervención de profesionales para su mejora pero, otras muchas veces, podemos mejorarlas o recuperarlas por nosotros mismos si el deterioro es solo estético y no estructural. Eso es lo que sucedía en este viejo y pequeño balcón reformado, sin obras y por sus dueños, de manera sorprendente.
El antes y después empieza con la recuperación de la barandilla que claramente necesitaba una mano de pintura. Si en interior hay que pintar cada cierto tiempo, en exterior las superficies expuestas a las inclemencias del tiempo se deterioran con más rapidez y hay que pintarlas o retocarlas casi cada año.
Se han cambiado los muebles, se han añadido varios complementos: textiles, plantas y hasta una lámpara de pie, pero sin duda lo que más sorprende es el suelo.
Las fibras vegetales han sido las elegidas para revestir el suelo de esta vieja terraza, probablemente una alfombra cortada a medida. El hecho de que el balcón sea pequeño tiene sus ventajas y una simple alfombra de exterior puede servir para cubrir toda su superficies. Sea como fuere el resultado ha quedado excelente y el balcón se ha convertido en un rincón elegante de ensueño, ¿no os parece?
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