Era un baño triste y gris, pero cambiar la pared y el suelo ha sido su salvación

La reforma de la estancia consigue pasar de un estilo clásico a uno totalmente vanguardista con muy poco

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Son muchos los baños que quedan por reformar en los hogares españoles. De repente, se dibuja una sutil línea entre los que han conseguido saltar de un siglo al otro y los que han permanecido en un pasado, miserable.

Este es el caso de un baño reformado que ha logrado pasar de un estilo totalmente tradicional (entiéndase de cualquier piso urbano de los años 80) a un baño totalmente moderno, digno de un hotel de cinco estrellas.

Este espectacular cambio tiene entre bambalinas una preciosa pared con acabado de mármol que consigue sacar el estilo cañí del mármol en la pica, para trasladar su luminosidad y brillo a toda la pared, con vetas de este.

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Además, esto acaba con una horrenda cenefa que dividia la pared en dos alturas sin demasiada gracia, al menos desde la óptica de bien avanzado el siglo XXI, que hace pensar en qué momento alguien creyó que aquello era bonito.

Esto cambia por completo la sensación del espacio, de repente mucho más amplio y acogedor. A ello contribuye no solo la pared, sino también el suelo, que pasa de unas baldosas feas que ya no están nada de moda para dar lugar a un parqué de color pino que nos abraza.

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Siguiendo la línea de estos dos elementos, el resto del baño mantiene el mismo inodoro, pero no la bañera, que se transforma en un práctico plato de ducha mucho más confortable y típico de los mejores hoteles, con pared también en un tono de madera y una grifería negra.

Atrás queda esa bañera horrorosa, con mampara de cristal y rayas que aportaban tanta discreción como espanto al conjunto. Otro elemento del que se despide la intervención es del bidé: un elemento que ya no se lleva.

El mueble del baño también queda completamente jubilado: esos cajones blancos tan amortizados dan paso a un bonito armario aéreo, con color miel y tiradores incorporados en la misma moldura, sobre el que se instala una bonita pica con grifería negra.

El cambio de espejo, y un toque vegetal terminan de redondear la propuesta, aderezada con algún cuadro y una iluminación detrás de estos elementos, que es lo que termina de conseguir look de hotel. Como siempre, ayuda mucho el hecho de haber quitado de en medio todos los elementos como champús y toallas.

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Fotos | @reformasconeva/Tik Tok

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