En Decoesfera somos muy fans de las transformaciones fáciles y rápidas de pequeños espacios. Porque sí, hacer obras y renovar la casa a lo grande está muy bien, pero es algo que no podemos hacer continuamente. Por eso, nos encanta ver cambios pequeños y realistas que nos pueden inspirar para renovar el dormitorio, la cocina o la terraza.
Precisamente, hoy os traemos el cambio de un balcón que nos ha parecido fantástico por lo sencillo y lo resultón que es. Marina Welles y su marido tenían este espacio de exterior completamente abandonado, ya que solo tenían un viejo conjunto de Ikea y unas macetas viejas llenas de plantas marchitas. Hasta que decidieron dar un cambio radical y devolver el protagonismo a este espacio lleno de posibilidades, tal y como muestra en su cuenta de Instagram @lottaaliving.
Cómo transformar un balcón de forma rápida y sencilla
La transformación de este balcón es el mejor ejemplo de como reutilizando cosas que tenemos en casa y con muy poco presupuesto se pueden conseguir resultados excelentes. En total, la pareja se gastó 100 euros en renovar este espacio de exterior reutilizando muebles antiguos e invirtiendo en pequeños detalles que logran hacer magia.
Para empezar, Marina lijó y pintó el pequeño conjunto de exterior de Ikea de una mesa y un par de sillas, aplicando un par de capas de pintura en color madera nogal resistente a la intemperie.
También sacó del sótano una vieja estantería, y creó una celosía en un lateral del balcón para ganar en privacidad, plantando una clemátide y una hortensia trepadora para crear un fondo verde que aportara el toque natural, y de paso, les protegiera de la mirada de sus vecinos. En la estantería a los pies de la celosía puso más macetas, y algunas velas led.
Para poder disfrutar de la terraza por la noche, Marina recuperó una vieja guirnalda, y puso una nueva guirnalda de luces además de unas lámparas de yute y algunas velas led con el fin de crear una atmósfera mágica al anochecer. También puso una alfombra de fibras naturales en el suelo para reforzar la calidez.
Con una vieja guirnalda de luces y nuevas lámparas de yute, proporcioné una luz acogedora, además de una guirnalda de luces. Y por supuesto, tampoco podían faltar los nuevos cojines del asiento y una cortina antiinsectos
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