Paul Overton es un diseñador que tenía en su casa un patio lateral de forma alargada que estaba en estado de abandono pese a tener un potencial tremendo. Tal y como cuenta en su web, "Este año, juré que me haría un espacio cómodo al aire libre donde pudiera disfrutar del verano con mi perro. El problema fue que, debido a imprevistos, no andaba precisamente a tope de dinero".
Aún así, y pese a ese impedimento, Paul no se achantó y decidió tirar hacia adelante para cumplir el sueño de tener un patio bonito donde pasar las horas. Además, tenía las ideas muy claras, ya que sabía que quería muchísimas plantas, una zona de estar cómoda, un bar y una fuente...
Paciencia y mercadillos, las claves para hacer una reforma sin apenas presupuesto

Dado que por una serie de imprevistos no tenía el presupuesto necesario para hacer la reforma, decidió empezar a buscar con calma los artículos que necesitaba en mercadillos y tiendas de segunda mano. El diseñador era consciente de que las piezas que buscaba no iban a estar disponibles cuando él quisiera, así que decidió que lo mejor era armarse de paciencia, esperar y estar atento al momento en el que salieran las oportunidades.

"La recompensa a esta espera, sin embargo, es que habrán creado un espacio exclusivamente suyo, lleno de historias y con un presupuesto ajustado. Para mí, es un trío de diseño perfecto", explica en su el diseñador web.
Lo primero que hizo fue visitar un almacén de madera, ya que su objetivo era hacer más acogedor el patio, aislándolo del resto del jardín. Y una pared con listones le pareció la solución perfecta. Así, se gastó menos de 70 euros al cambio en listones y tablas. Con ellos, construyó una pared de listones

A la semana siguiente tuvo la suerte de encontrar unos preciosos faroles de metal en un mercadillo por menos de 3 euros. También compró una palangana de cobre por 30 euros, además de una bomba para estanque (por 16 euros). Y se puso a hacer la fuente. Cuando consiguió reparar la palangana y que no perdiera agua, compró unos jacintos de agua en Facebook Marketplace (menos de 5 euros) y un junco (13 euros) en el vivero local.

Una vez que de la fuente surtía agua, el siguiente paso fue preparar la barra con un trozo de madera y unos soportes resistentes. En total, esta intervención le costó 40 dólares, que al cambio son algo menos de 35 euros. Para complementar la barra, reutilizó unos taburetes de metal de color naranja que tenía en el garaje pintándolos en verde.

Las placas de hojalata del techo, además de las macetas, las compró en un mercadillo por algo más de 25 euros. Y las pintó de verde para que combinaran con el color de la casa. Para acabar, el diseñador llenó el patio de plantas. Aunque casi todas ellas, fueron regalo y le salieron gratis, saldo un lirio por el que pagó algo menos de 20 euros al cambio.

En total, y con un poco de paciencia, esta reforma le salió a este diseñador por un poco menos de 350 euros. Un presupuesto muy ajustado con un resultado de lo más atractivo y personal.
Fotografías | Object Lesson Design
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