Los olivos son uno de los árboles más icónicos del mundo mediterráneo desde la Antigüedad clásica. Su presencia no solo se limita a los amplios campos de cultivo en los que se produce la oliva, sino que también está cada vez más presente en parques públicos y en jardines privados.
Y no nos extraña nada, porque además de ser un árbol icónico en nuestras latitudes, lo cierto es que como árbol ornamental es una especie capaz de aportar elegancia y sosiego a cualquier zona de exterior.
Cómo multiplicar los olivos
Si quieres tener más olivos en tu jardín, pero no quieres gastarte el dineral que te van a pedir en los centros de jardinería, siempre tienes la opción de multiplicarlos por esquejes, siendo más fácil y rápido que plantar las semillas. Pero para hacerlo, debes tener aloe vera para asegurar que se produce el enraizamiento de forma correcta.
Para poder multiplicar tus olivos, lo primero que tienes que hacer es elegir los brotes jóvenes que salen del árbol desde el nivel del suelo y que se extienden por su tronco.
Las ramas elegidas deben tener un diámetro de 2 a 3 mm, y ser jóvenes, del año anterior por ejemplo. Cuanto más jóvenes sean, más fácil será que se desarrollen una vez enraizados. Deberás separar estos brotes con un corte limpio hecho con una tijera podadora desinfectada, sin romper la rama.
Después, tendrás que eliminar las hojas de toda la rama, salvo las que están en la parte superior. Esas hojas que vamos a dejar permitirán que la planta pueda seguir haciendo la fotosíntesis.
Tras cortar las ramas de olivo que vamos a utilizar, hay que coger una hoja de aloe vera para aprovechar su gel. Y cada una de las ramas que vamos a enraizar deberemos mojarlas en este gel antes pasarlas a la maceta con el sustrato.
Como recipiente puedes utilizar una maceta de terracota, o incluso utiliza una botella o una garrafa de plástico vacía. En el fondo del recipiente deberás echar un poco de arena.
Tras empapar bien los esquejes con el aloe, mételos en el recipiente y cúbrela con tierra para macetas. La replantación de los esquejes directamente en el suelo se puede realizar entre dos y tres meses después de haberlos plantado, aunque también puedes plantarlos en un recipiente más grande antes de la plantación final.
Fotografías | Kotkoa en Freepik, Bublikhaus en Freepik
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