El lenguaje de las flores (a veces llamada floriografía), fue un medio de comunicación en la época victoriana en donde mediante el uso de las mismas, se enviaban mensajes o expresaban sus sentimientos.
A raíz de ello, cada mes del año viene reflejado por dos flores (una primaria y una secundaria) asignadas a la temporada del año en que florecen y que identifican nuestra realidad, carácter y comportamiento en función a nuestro día de cumpleaños. ¿Te animas a conocer la tuya?
Por orden cronológico, las flores del mes de enero son el clavel y la campánula de invierno. El clavel, conocido por su resistencia a los colores vivos, simboliza el amor, la fascinación y la distinción. Por su parte, la campánula de invierno representa los nuevos comienzos, la esperanza y la belleza entre el frío mes de enero. ¿Te identificas?
El mes de febrero viene representado por flores como la violeta y el iris. La violeta (pequeña pero resistente) simboliza la modestia, la fe y la virtud, mientras que el iris representa la sabiduría y el coraje. Por lo que si has nacido en febrero y te preguntas de donde viene tu valentía, pregúntale al la flor del iris.
Las flores de marzo son el narciso y la flor del cerezo. El narciso con su renacimiento constante, y la flor del cerezo con el poder de la renovación y el optimismo, representan un mes cargado de energías positivas, el final del invierno y la bienvenida a la primavera.
Si has nacido en abril, tus flores son la margarita y el tulipán. La margarita hace relación a la pureza, la inocencia y los nuevos comienzos, mientras que el tulipán con su fragancia dulce representa el placer y el disfrute de la vida, así como la declaración de amor eterno. ¿Eres pasional? Has nacido en el mes número seis.
Mayo, especialmente conocido como el mes de las flores, se le identifica con el valle y el espino. El valle simboliza la dulzura y la búsqueda de la felicidad, mientras que el espino, con sus flores blancas y frutos rojos, representa la esperanza y la fuerza en tiempos difíciles, siendo una representación del optimismo.
Llegamos a junio con la rosa y la madreselva. La rosa, con sus múltiples variedades de formas y colores, claramente representa el amor y la pasión, mientras que la madreselva simboliza el amor eterno y las conexiones duraderas. Junio, estas cargado de amor.
Las flores del mes de julio son la espuela de caballero y el nenúfar. La espuela de caballero, aunque es conocida por su veneno, tiene un significado muy positivo, y es que con sus flores altas y coloridas, representa la dedicación y el optimismo. El nenúfar, la transcendencia y la renovación.
Agosto es cañón de gladiolo y la amapola. El gladiolo (majestuoso y con presencia) representa la fuerza, el honor y la victoria, mientras que la roja amapola hace alusión al placer y el recuerdo.
Septiembre, cargado de despedidas y nuevas oportunidades, se refugia en el aster y las campanillas. El aster (una flor con pétalos en forma de estrella) representa la paciencia, la sabiduría y el amor duradero, mientras que las campanillas representan el amor no correspondido y la renovación diaria.
En octubre priman la caléndula (creatividad) y el cosmos (paz interior, armonía y equilibrio). En noviembre el crisantemo (símbolo de lealtad, amistad y alegría) y la peonía, que refiere la esperanza de una larga vida o de un matrimonio feliz.
Por último el mes de diciembre viene cargado de regalos como el narciso y el acebo. Dos flores típicas de la Navidad que representan la esperanza, la felicidad, la protección y la buena voluntad.
Imágenes | Pexels
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