Su belleza serena y su capacidad de adaptación al clima mediterráneo han convertido al olivo en uno de los árboles más extendidos por nuestro país. No solo por los olivares que nos han convertido en una potencia mundial a la hora de producir aceite, sino que podemos verlo como árbol decorativo en los jardines de muchos hogares.
Este árbol es resistente, capaz de soportar frío, calor e incluso periodos de sequía. Pero pese a esta resistencia, el olivo requiere proporcionarle unos cuidados mínimos, entre los que se incluye la poda.
Cuándo podar el olivo
La poda es una acción necesaria si queremos aumentar la vitalidad del árbol, conseguir elevadas producciones, e incluso para retrasar el envejecimiento del árbol. Pero... ¿Cuándo hay que realizar esa poda? La poda del olivo se realiza una vez que se han recolectado los frutos, y todo dependerá del tipo de recolección, y del clima.
En este sentido, la poda debe realizarse cuando la actividad del árbol sea mínima. Es muy importante evitar la poda en invierno cuando haya un elevado riesgo de heladas. Además de dejar heridas abiertas, una copa desarrollada evita que las temperaturas del suelo que hay bajo el árbol descienden menos que en el entorno.
La poda dependerá del tipo de uso que le demos al olivo. En el caso de la aceituna de mesa, la poda se realiza entre los meses de noviembre y diciembre, siempre que el clima sea suave y no exista demasiado riesgo de heladas. La poda de los olivos que producen aceitunas para la producción de aceite de oliva se realiza en los meses de febrero y abril.
También hay que tener en cuenta cada cuanto tiempo hay que podar un olivo. Lo más habitual es podarlo cada año, variando la intensidad de la poda dependiendo del desarrollo de las ramas, y de la cantidad de ramas improductivas que tenga. Es importante no dejar al olivo más de tres años sin podar.
Tipo de poda
A la hora de podar los olivos, hay tres tipos de poda: de formación, de producción y de regeneración. La primera, la poda de formación, es la que ayuda al árbol a desarrollarse, y se realiza estructurando al árbol para que pueda soportar el crecimiento y las cosechas sucesivas. En esta etapa, la poda debe ser la indispensable para evitar alargar el periodo improductivo.
La poda de producción es la que se realiza cuando el ejemplar de olivo es adulto-joven. El árbol debe podarse ligeramente, descargándolo muy poco. Especialmente, en las zonas donde el árbol no sufra de falta de agua. Esta poda es importante porque permite alargar el periodo productivo del olivo.
En las podas, es importante no reducir en exceso el volumen de la copa de los árboles, para no disminuir la radiación solar captada por el árbol. Tampoco es conveniente exponer demasiado las ramas a la acción de los rayos del sol, ni desequilibrar la relación hoja-madera.
Para acabar, la poda de regeneración se realiza para quela cosecha de olivas siga siendo importante. Conforme el olivo se hace viejo, disminuye la calidad de las hojas-madera. Y en cuanto detectes ese envejecimiento, deberás realizar esta poda para que surjan nuevos brotes en las ramas. Si sigues estos sencillos consejos, tu olivo crecerá con mucha más fuerza y tendrás cosechas espectaculares.
Fotografías | Lucio Patone en Unsplash, Norbert Velescu para Pexels
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