Plantas de interior: así debo cuidar el kalanchoe para que crezca y dé color a mi casa

El kalanchoe es una de las plantas de interior más populares. Y la verdad es que no nos extraña nada, porque es súper resistente (incluso aunque no tengas mano para la plantas), y además, tienen una preciosa floración que nos ayudará a dar el toque de color a nuestra casa, ya que esta especie puedes encontrarla en un montón de colores.

Esta planta perteneciente a la familia de las crasas es originaria del continente africano. Y aunque es muy fácil de cuidar, hay una serie de rutinas y de trucos que debes conocer si quieres que tu planta crezca sana y feliz.

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Cómo cuidar a mi Kalanchoe

Al ser una planta de origen africano, el kalanchoe necesita luz abundante para sobrevivir. Por eso, lo mejor es que lo sitúes cerca de una ventana, teniendo mucho cuidado de que no le dé el sol de forma directa para que no se quemen sus hojas. De hecho, si ves que las hojas inferiores empiezan a ponerse amarillas y se van cayendo, tu kalanchoe tiene un exceso de sol directo.

Respecto al riego, el Kalanchoe necesita bastante humedad, pero eso no significa regarla a todas horas o encharcar la tierra. El riego debe ser moderado, ya que sus hojas carnosas acumulan agua. Tendrás que regarlo una o dos veces al mes ahora que estamos en invierno, y una vez a la semana cuando llegue el buen tiempo. Ya que hablamos de riego, el kalanchoe debe tener un buen drenaje para evitar que sus raíces se pudran

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Para acabar con estos consejos, tendrás que abonar tu kalanchoe en primavera y en verano, utilizando un abono específico para plantas crasas. Como ves, el kalanchoe es una planta muy fácil de cuidar, ¿te animas a tener uno en casa?.