Los limoneros están cada vez más extendidos en los jardines, en los patios e incluso en las terrazas de nuestro país. Además de lo que aportan a nivel estético, lo cierto es que es una maravilla ver los limones, con ese toque amarillo, en nuestras zonas de exterior.
Para que los limoneros sobrevivan el invierno y estallen en frutos la próxima temporada, el mes de octubre es fundamental. El comienzo del otoño es clave para preparar a estos árboles frutales de cara a la llegada de las bajas temperaturas de los meses invernales.
Y además, podemos hacerlo con un gesto simple que puede marcar la diferencia entre tener un árbol dañado por las heladas o tener un árbol repleto de limones en primavera.
Los limoneros son árboles que llevan fatal las heladas. Y por este motivo, es importante preparar a este frutal para la llegada del invierno a partir de finales del mes de octubre. Un limonero que está bien protegido podrá concentrarse en su desarrollo en cuanto vuelvan a subir las temperaturas, en lugar de tener que centrarse en reparar los daños sufridos por las heladas.
Cómo proteger al limonero del frío del invierno
Para proteger al limonero de la bajada de temperaturas hay dos métodos que nos ayudarán en la tarea: llevarlo al interior, o protegerlo directamente en el exterior. La elección dependerá tanto de los recursos como del lugar en el que vives.
Traslada el limonero al interior
Si tienes una habitación luminosa y sin calefacción, una terraza cubierta o un invernadero, puedes trasladar el limonero al interior para protegerlo de las heladas. Si lo mueves al interior, es muy importante colocarlo en un sitio donde tenga la máxima luz natural.
Además, la habitación debe estar fresca, con temperaturas que oscilen entre 5º y 10ºC. Si lo pones en una estancia con calefacción fuerte, el calor podría estresar al árbol y hacer que entrara de forma prematura en temporada de crecimiento. Respecto al riego, no hay que regarlo en exceso ya que el árbol se encuentra en fase de reposo. Con un riego cada tres semanas debería bastar.
Cómo proteger el limonero en el exterior
Para los limoneros que no queda más remedio que dejarlos en el exterior, podemos protegerlos de distintas maneras. Si lo tienes en maceta y todavía es manejable, puedes trasladarlo a un rincón protegido, contra una pared orientada al sur o al oeste con el fin de aprovechar el calor residual.
También puedes envolver la maceta con un material aislante como plástico de burbujas, o cubrir la zona de las raíces con un mantillo con el fin de proteger las raíces de las heladas.
También puedes envolver el follaje en un velo invernal o con una manta anti heladas, asegurándote de que circula el aire para que el árbol respire. Además, también puedes colocar la maceta con el limonero sobre unos bloques o pies para evitar que el frío del suelo se extienda a las raíces.
Con estos consejos, tu limonero resistirá a la perfección los meses invernales, pudiendo afrontar con energía la nueva temporada cuando llegue la primavera.
Fotografías | Marian Florinel Condruz para Pexelx, Santiago Manuel De la Colina para Pexels
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