En Zaragoza, ciudad de clima extremo donde las haya, vivo en una casa con el salón orientación sur. Y os aseguro que en verano, y más allá de cactus y suculentas, es prácticamente imposible que en el alféizar de mis ventanas sobrevivan la mayor parte de las especies de plantas.
Sobre todo, si me voy de casa varios días. Empecé con los geranios, pero las mariposas taladro acababan con ellos sin remedio. Así que he ido probando a tener distintas plantas, y al final todas acaban muriendo. Salvo una: la Tradescantia pallida. Además de ser fácil de cuidar, ha llegado a estar sin ser regada durante 20 días en verano y estar espléndida como siempre.
Una planta resistente al sol y a la falta de agua
La Tradescantia pallida es una planta herbácea y perenne originaria del este de México, de Tamaulipas a Yucatán. Esta planta se caracteriza por tener hojas de color púrpura de forma alargada y puntiaguda, mientras que tiene pequeñas florecillas en color rosa, púrpura, o blanco dependiendo de la variedad.
Es de fácil cuidado, y puede ser cultivada tanto en macetas en balcones, terrazas y ventanas, o incluso en el interior de casa, y también directamente en el jardín. En este caso, te puede servir para cubrir parterres de forma rápida, ya que es de rápido crecimiento, y es resistente a plagas y hongos. Además, como ya hemos dicho, resiste altas temperaturas, el sol directo y la falta de agua.
Para que crezca fuerte y saludable, la Tradescantia pallida necesita mucha luz natural. En muchas páginas especializadas recomiendan evitar los rayos solares directos en las horas centrales del día, pero os aseguro que en mi ventana da el sol de verano desde las 13:00 del medio día hasta el final de la tarde, y resiste sin problemas.
Es cierto que no está tan exuberante como otros ejemplares que veo por ahí, pero está de lo más hermosa. En el caso contrario, si la tienes en una zona de sombra, crecerá fuerte, aunque es posible que sus hojas pierdan el color púrpura que las caracteriza y que se vuelvan más verdes.
Respecto a la temperatura, esta planta prefiere climas cálidos y con temperaturas constantes. Pero como digo, vivo en Zaragoza, una ciudad de clima extremo, con temperaturas de más de 40ºC en verano, e inviernos muy fríos con cierzo y muchos días de niebla seguidos con temperaturas bajo cero. Y hasta ahora (y tengo dos macetas desde hace 15 años), creo que la he metido dentro de casa por heladas dos o tres veces.
El riego debe ser regular, aunque siempre sin encharcar la planta. Lo mejor es comprobar que el sustrato está seco antes de volver a regar. En este sentido, debes tener en cuenta que si te pasas con el agua puedes provocar que se pudran las raíces.
Además, en invierno hay que reducir el intervalo de riego, ya que la planta está en periodo de crecimiento lento. Para potenciar su crecimiento, puedes proporcionarle un fertilizante en los meses de primavera y verano.
Se multiplica fácilmente por esquejes
La reproducción de la Tradescantia pallida se realiza mediante esquejes. Y es muy fácil de realizar. Basta con seleccionar un tallo sano, eliminar las hojas inferiores y volverlo a plantar en un sustrato húmedo durante los meses de primavera y verano.
A veces, incluso he recogido una rama que había en el suelo de alguna maceta de algún balcón, y he podido reproducirla sin problemas, ya que las ramas que se rompen por el aire, o al realizar alguna limpieza para eliminar hojas secas, aguanta bastante cortada.
Fotografías | Michael en Pixabay, Shahrzad para Pexels, Dinesh Jatav en Unsplash
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