La planta cinta también es conocida como mala madre, o Chlorophytum comosum, y es una de las plantas más populares en los hogares de nuestro país. No en vano, esta planta que tiene hojas alargadas y afiladas en color verde y amarillo, ayuda a purificar la casa o absorber la humedad.
Aún así, y aunque esta planta es fácil de cuidar, puede ser que a veces notes que no crece lo que debería, o incluso que veas que las hojas no muestran buen estado de salud. Si tu planta está pasando una mala racha, hoy te damos algunos trucos para que recupere su aspecto y esté más lozana que nunca.
Los consejos que debes seguir para que tu planta cinta luzca espectacular
Para empezar, si tu planta no está tan frondosa como debería, quizás tenga un problema con la luz. La planta cinta necesita bastante luz, pero sin sol directo. Sobre todo, cuando es verano. Si le da el sol directo, sus alargadas hojas se quemarán.
Junto a la luz, el otro gran factor que puede determinar el buen estado de salud de una planta cinta es el riego. A la cinta le gusta la humedad, pero sin excesos. Si la encharcas y tiene más agua de la que necesitas, las raíces de la planta podrían llegar a pudrirse.
A la hora de regar, lo mejor es que dejes que el sustrato se seque entre riegos. Si metes un dedo en la tierra y veas que esta comienza a secarse, es el momento de regar de manera abundante, siempre que la planta tenga un buen drenaje. En cambio, si notas que el sustrato está húmedo, deberás esperar algo más para regar.
Como regla general, en verano hay que regar esta planta de dos a tres veces por semana, mientras que en los meses de invierno deberás reducir la frecuencia, regando una vez a la semana. Y si ves que las hojas se están volviendo marrones, seguramente les falta agua.
Y si quieres que tu planta esté todavía más bonita, deberás pulverizar sus hojas de vez en cuando. Recuerda que a la planta cinta le encanta la humedad (y por eso muchas personas la colocan en el cuarto de baño).
Para acabar, proporciónale el abono que necesitas. Fertiliza la planta cinta cada dos semanas en primavera y verano, y una vez al mes en otoño e invierno.
Fotografías | Julia Filirovska para Pexels, Mathias Reding para Pexels
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