Los tagetes son plantas con flor que pueden recordarnos a las margaritas o a los claveles, se utilizan para decorar parterres, bordes de caminos, y también para ser plantados en macetas, ya que son resistentes y fáciles de cuidar.
También conocido como clavel moro, esta planta florece de forma continua desde la primavera hasta finales del verano o incluso durante el otoño, aunque en zonas cálidas puede florecer incluso en invierno. De sus flores de colores como el amarillo, el naranja o tonalidades bicolore se desprende un aroma intenso. Y precisamente, ese olor es lo que hace que sea un potente repelente de insectos como los mosquitos o la mosca blanca. Además, si los plantas en zonas de huerto, también espantarás a unos gusanos muy voraces llamados nematodos.
Las claves para cuidar los tagetes
Los tagetes (14,95 euros) son plantas originarias de México y Sudamérica, lo que ya nos hace intuir que es una especie a la que le gusta el calor. Ese origen tropical hace que las distintas variedades de esta especie soporten muy bien las altas temperaturas, por lo que es una planta ideal para cultivar en nuestro país.
Tagete la Planta que Protege tus Cultivos de Forma Natural y Ayuda a Mantener un Ambiente Saludable en tu Jardín
Aún así, y pese a que les gusta el calor, es importante proteger el sustrato en el que crece y se desarrolla tu planta con una capa de mulching o acolchado (3,99 euros) para retener la humedad del suelo.
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Debes tener en cuenta que los tagetes no soportan el frío, y si los tienes plantados en exterior y en tu zona hiela, morirán al llegar el invierno. Pero si vives en una zona templada sin temperaturas bajo cero, pueden vivir varios años.
Si tienes la planta en una maceta (mejor de cerámica o de barro), deberás colocarla en una zona con mucha luz solar, aunque intentando evitar las horas centrales del día. Si cultivas tus tagetes en el suelo, la planta podrá soportar más horas de sol. Aún así, debes proteger siempre el sustrato para que retenga la humedad. En caso de que esté cultivado en el jardín, bastará con regarlo tres veces a la semana (siempre dependiendo del clima y de la zona, ya que las raíces de los tagetes no retienen bien el agua).
Precisamente, esa necesidad de humedad marca el cuidado de los tagetes. El sustrato deberá estar siempre ligeramente húmedo, ya que no soportan la falta de agua. Tampoco soportan los encharcamientos, así que cuidado con los extremos.
Si tienes tu planta en maceta deberás regar los tagetes a diario, mejor a primeras horas del día. Además, tu planta te avisará si necesita riego, ya que cuando eche en falta agua, el tagete se irá inclinando. Si lo ves recto y tieso, eso es que has acertado con el agua que necesita.
También es importante ir eliminando las flores que se vayan secando, para potenciar así una floración continuada durante todo el año. Pero esas flores no las tires, guárdalas en un lugar seco, ya que después podrás obtener las semillas para plantar tus tagetes al llegar la siguiente primavera.
Para acabar, deberás añadir un fertilizante cada 20 días aproximadamente durante la época de floración de la planta.
Fotografías | Brun-o para Pixabay, G Gabriel Constantin, Олександр К para Unsplash
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