Hay casas que se ven bonitas, y luego hay casas que se sienten vividas. No hablamos de desorden ni de muebles con historia, sino de espacios que tienen alma, que hablan de quienes los habitan sin necesidad de mostrar fotografías en las estanterías. Y ese es uno de los grandes retos —y placeres— del interiorismo contemporáneo: diseñar desde la emoción, con la cabeza pero también con el corazón, para crear hogares que sean tan estéticos como auténticos.
Porque al final, una casa no es solo un conjunto de materiales, muebles y acabados. Es también un reflejo del modo de entender la vida y de las pasiones de quienes la disfrutan cada día. Pero claro, eso es la filosofía, y luego hay que plasmarla en la realidad durante el proceso de reforma de una vivienda.
Para saber con certeza cómo podemos personalizar nuestra casa para que sea bonita y además, respire nuestra esencia, desde Decoesfera hemos hablado con el interiorista Diego Guillén, cuyo trabajo hemos podido ver en Casa Decor o en Marbella Design Art. Y estas son las claves que nos ha explicado para conseguir una casa bonita y totalmente personalizada.
Nuestra casa tiene que contar quienes somos, con nuestros recuerdos y nuestra forma de ser
Para Diego, la casa debe contar una historia, la historia del propietario. "Me motiva mucho más que un cliente me cuente su vida y me dé carta blanca para sorprenderle". Dentro de ese proceso creativo, a este interiorista le gusta "jugar con los proyectos y proponer ideas a mis clientes que quizá nunca se le habían pasado por la cabeza, pero que una vez realizadas parece que no podría haber sido de otra manera".
Para conseguirlo, es importante que el interiorista descubra la historia personal de los propietarios de su vivienda, conociendo por ejemplo sus aficiones y las cosas que les apasionan. Como ejemplo, Diego descubrió que uno de sus clientes era un apasionado de los juegos Lego y de las aventuras de Tintín, y sintió que su casa tenía que reflejar eso de un modo minimalista y sutil. En estos casos, no es necesario recurrir a lo obvio como poner piezas de Lego o un Tintín gigante, se trata de darle una vuelta y proponer ideas originales.
De esta manera, seguramente un lector de los cómics de Hergé verá a primera vista que la mesa del comedor es casi una réplica del icónico cohete, y que la luminaria representa la luna, pero muchos otros no se darán cuenta. Lo mismo con el aseo de cortesía, donde el interiorista jugó con el revestimiento porcelánico en distintos colores para recrear el mundo de construcción Lego.
Reutilizar y customizar
Reutilizar también es importante, de hecho, cada día hay más profesionales y clientes concienciados en la sostenibilidad. En este sentido, Diego Guillén nos explica que es totalmente factible "actualizar las viviendas y los negocios sin tirarlo todo a la basura".
Durante la conversación, Diego nos cuenta que hace unos meses le llamaron para reformar una vivienda en la playa, y los dueños ya habían comprado varios muebles. "Muchos de ellos no encajaban para nada en el diseño, así que los customicé para darles una nueva vida y que tuvieran sentido en el proyecto". Y esa transformación, vale para muebles que ya tenemos en casa, o incluso en el trastero sin darles uso.
En el caso de esta vivienda en la playa, el interiorista customizó por completo el mueble de la televisión que habían comprado, le quitó las patas, le puso ruedas y diseñó otra pieza que lo envolvía para darle más presencia en el salón. Y además, lo forró del mismo porcelánico con el que había hecho el suelo de la nueva cocina. Al principio no era el mueble perfecto para la televisión, pero de esta manera encajó perfectamente en el diseño de este interiorista.
La casa no tiene que ser rígida: puede ir cambiando igual que cambian las estaciones para no aburrirnos de nuestra casa
El interiorista cree que "la decoración de nuestro hogar no tiene que ser rígida y tiene que ir cambiando igual que cambian las estaciones o cambiamos la ropa que nos ponemos en cada temporada". Y eso no supone redecorar la casa cada dos por tres, supone guardar los cojines, las mantas… y cambiarlos por otros más apropiados para la época del año por el tipo de tejido o el estampado, o incluso cambiar de sitio objetos de decoración cambiarlos por otros según la época del año. Para el interiorista, "este es un restyling de lo más sostenible que ayuda a que no nos aburramos en casa".
Ser único
Frente a la decoración uniformizada que marcan las tendencias y que podemos ver en las principales cadenas de decoración, para Diego Guillén es importante que nuestra casa no sea como la del vecino, sino que sea única. Para Diego, ese es el lujo del interiorismo hoy en día, tener un espacio exclusivo valga lo que valga… porque no hablamos ni de mucho ni de poco dinero, hablamos de exclusividad, que mi casa sea sólo mía".
De hecho, en una reforma se pueden combinar elementos más convencionales con determinadas piezas o ideas que hagan que esa vivienda sea única. Un buen ejemplo, el cabecero que diseñó para la Marbella Design Art, con un diseño que recuerda a las estrellas y motivos del mudéjar aragonés y que usa un sistema que hace que la madera encaje a medida sin utilizar clavos ni tornillos.
La iluminación es clave
La iluminación es clave en cualquier proyecto decorativo. Para Diego, es fundamental ver "cómo alguien ha pensado en cómo iluminar el espacio para los distintos momentos del día y los distintos usos que puede tener. Y sobre todo, es importante si se consigue integrar la iluminación en el diseño de mobiliario para que sólo veamos la luz y no la luminaria.
En este punto, el interiorista recomienda "ahorrar algo de dinero en las fuentes de luz que vayamos a esconder, como empotrados o tiras de led, pero en la luminaria encima de la mesa del comedor hay que echar el resto".
Fotografías | Diego Guillén
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