Ahora que los días se hacen más cortos, y el frío cominza a reinar, apetece lugares confortables y acogedores, con una luz especial, para comer, cenar, o tomar un café mientras lees algo en la tablet o estás de confidencias con un amigo. Uno de esos lugares en los que apetece entrar, pero no apetece salir, es Naia, un encantador bistró lleno de luz en el madrileño barrio de La Latina.
Cuando pasas por la calle, la luz cálida que asoma desde sus ventanales te invita a pasar sin remedio, para dar paso a un espacio cálido, agradable y sin artificialismos. Un lugar que invita a sentirte como en casa, y en el que el protagonismo lo tiene la comida.
Este bistró huele a naturaleza, a toques ecochic, a ambiente rural... gracias a esa mezcla de colores, y al uso predominante de la madera que han sabido darle las responsables del interiorismo del local, Objetos Perdidos.
Como podéis ver, el blanco combina a la perfección con la madera y con un cuidado uso de la iluminación (me encantan las lámparas de sobremesa para cenar o comer), y con el verde de las plantas naturales situadas estretégicamente en distintos rincones del local o en las flores y plantas que hay sobre las mesas en encantadores jarroncitos de cristal.
Una propuesta para este fin de semana que estamos a punto de comenzar y que viene avalada por los diez años de trayectoria profesional de este restaurante de la célebre plaza de la Paja, en el corazón del Madrid de los Austrias ¿Te lo apuntas en la agenda si todavía no lo tenías localizado?
Más información | Naia Bistró y Objetos Perdidos
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