El famoso interiorista Lázaro Rosa-Violán ha sido el encargado de decorar el nuevo restaurante de moda en Madrid. No era una tarea fácil ya que el local consta de 2.500 metros y habia que dividirlo en cinco ambientes, pero el estudio Rosa-Violán tiene una amplia experiencia en decoración de grandes hoteles y restaurantes.
En pleno barrio de Arguelles de Madrid, el concepto del restaurante Casa Mono es totalmente novedoso. Se trata de un concepto importado de la Gran Manzana, donde lo mismo se puede desayunar que tomar el aperitivo, almorzar o merendar, terminando con un after work al caer la tarde, cena y por supuesto, copas y coctelería.
El primer ambiente es el que se ve desde la calle, hace un esquinazo impresionante, que permitirá sacar terraza con el buen tiempo, y que además se abre totalmente a la calle, se ha tratado de que las enormes puertas permitan que el exterior, la calle, entre en el local, un pasillo ancho nos conduce a las mesas del desayuno o el almuerzo. Las paredes de Casa Mono que se ven están llenas de carteles de películas de cine.
Aprovecho para disculparme por la calidad de las fotos, ya que el local estaba lleno de famosos y entre los fashes, el photocall y la cantidad de gente, era imposible sacar fotos buenas. Una gran idea son altísimas cristaleras, rematadas con baldosas retro blancas y verdes y que terminan haciendo estantes, abarrotados de libros y objetos heterogéneos. Es curioso el techo de madera blanca, con molduras y espejos en algunas partes. Todo muy retro.
Llaman la atención las enormes lámparas de hierro y cristal, las de globos blancos y los inmensos tubos de cobre que coronan los techos y los peldaños que bajen al segundo ambiente, el de la barra. Una clásica barra de taberna que surge con la idea de tomar algún tentenpié con una cerveza bien tirada. Tapas clásicas se sirven en una barra de madera y cristal oscuro.
El tercer ambiente está formado por “El privado”, con capacidad para 12 personas, cómodos sillones, tapizados en terciopelo, pensados para almuerzos de negocios o grupos un poco grandes. Intimo y arropado por la bodega del establecimiento.
Y al subir las escaleras,que combinan tela de gallinero dorada con el pasamanos de madera, Rosa-Violán ha conseguido el ambiente de coctelería, con un espectacular papel pintado detrás, tenemos la mesa del pinchdiscos (Dj para los más jóvenes). Y haciendo una L, la barra de los cocktails.
Una barra blanca totalmente diferente de la castiza del piso de abajo, donde más bien la sensación es de entrar en un pub inglés de los años 50. Paredes cubiertas de espejo, con carteles y estanterías que acogen todas las ginebras y las tónicas del mundo conocido, el mundo del Gin tonic, que nos invade.
Una columna separa este paraíso de los bebedores de combinados, reservado para quienes gustan de disfrutar su bebida. Mesas bajas, confortables sillones y tranquilidad es este espacio, que tiene las mejores vistas de Casa Mono, ya que la barandilla que lo rodea permite ver quien entra y sale o quien está en las zonas de abajo.
Grandes fotos de astronautas, baldosas verdes y madera blanca completan la sorprendente decoración de este quinto ambiente. Las butacas son diferentes entre sí,al igual que las lámparas, consiguiendo un efecto “retro” muy cálido.
Apliques dorados de metal, estrechos y largos dan un luz tenue al ambiente e invitan a las confidencias o las filosofías, ya que el ambiente es un poco bohemio, mesitas bajas tipo velador o el suelo de madera resultan un refugio del bullicioso piso de abajo.
Un curioso trabajo del interiorista Lázaro Rosa Violán en Casa Mono. ¿Os gusta?
Imágenes | Maria SJB para Decoesfera
Más información | Lázaro Rosa Violán, Restaurante Casa Mono
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