El Hotel Four Seasons se ha convertido en uno de los lugares de moda de Madrid. Y ahora, este icónico hotel situado en Canalejas ha presentado la que va a ser la joya de la corona: la Suite Real. Un espacio único que es una auténtica joya arquitectónica.
Esta Suite es la habitación más exclusiva del hotel, y está ubicada en la conocida como planta noble, ocupando la que fue sala de juntas y el despacho de Mario Conde, presidente del extinto Banco Español de Crédito, además de ser también “Salón principal” del Casino de Madrid, conocido como “la Gran Sala de Conversación”.
Un espacio que combina pasado y presente
El espacio permanece intacto desde que el inmueble fue construido en 1897, y ha sido restaurado y adaptado a sus nuevos usos. El proyecto arquitectónico lleva la firma del Estudio Lamela, mientras que el interiorismo ha sido concebido por BAMO desde San Francisco, y desarrollado en Madrid por BG Arquitectura.
Este espacio es un perfecto ejemplo de cómo combinar pasado y futuro mezclando elementos clásicos e históricos con modernas piezas de diseño y arte contemporáneo.
La suite tiene un estilo Luis XV, y en el conjunto, destacan las embocaduras de los balcones con vistas a la calle Alcalá y Sevilla, las molduras del techo, y su impresionante chimenea, que se mantiene intacta, y que preside la estancia.
Los elementos históricos del conjunto, como las ventanas, el pavimento de madera de marquetería fina con uso de madera de pino melis y Oregón, los paneles de pared o las molduras del techo ornamentadas han sido restaurados creando un contraste entre lo antiguo y lo nuevo, con gran presencia de piezas artesanas de origen español.
La suite tiene un total de 431 metros cuadrados, en los que se incluyen un amplio salón comedor, una biblioteca, un gimnasio equipado con la última tecnología, una cocina, y un vestidor con espejos que conecta con el dormitorio principal y con el baño.
La altura de los techos alcanza los 4,80 metros en el salón y unos 4,25 metros en el dormitorio y el baño principal. La estancia está dominada por los grandes ventanales de tres metros de altura, con sus embocaduras, y contraventanas. Las puertas de madera con relieve, el brillo pulido de sus herrajes antiguos y el destello de sus molduras de techo, acabadas en pan de oro envejecido, dan personalidad a la Suite.
Nada más entrar, con su histórico suelo de piedra, nos encontramos con una biblioteca de coleccionista. Los tonos neutros cálidos representados por tapicerías de tafetanes crudos, telas plateadas y doradas, y damascos de lino rugoso, se imponen en la entrada y en el salón principal de la Suite Real, que van evolucionando sutilmente hacia tonos más oscuros.
El salón principal está presidido por una gran chimenea que fue restaurada in situ, con su imponente embocadura de piedra de mármol blanco veteado con un gran espejo con molduras de escayola. En ella, se pueden ver las siglas de la placa de latón del Banco Español de Crédito, como testigo de la historia del edificio.
Además, en el salón principal destaca un sofá componible de vanguardia, que se complementa con dos alfombras caligrafiadas en blanco, mientras que las piezas tapizadas con curvas aportan dinamismo al espacio. También podemos ver una mesa de comedor de cuarcita y una mesa circular central de mármol Portoro sobre un pedestal cubista de metal.
El arte, muy presente en la Suite Real
Como en el resto del hotel, el arte está muy presente en la Suite Real, vestida con algunas de las 1.500 obras que conforman la colección propia del Four Seasons.
Paloma Fernández-Iriondo, experta en arte y Project Manager de la Colección, explica “en la selección de las obras de arte y muebles de época para la Suite Real fue fundamental no perder de vista el pasado histórico del espacio y su esencia decimonónica lo que confiere a la Suite Real su carácter exclusivo y único”.
Con su trabajo, Paloma Fernández-Iriondo ha incorporado el arte del siglo XXI a un espacio del siglo XIX, combinando con acierto obras de arte con muebles y objetos. En el gran salón con ventanales a las calles Alcalá y Sevilla, las obras de Pilar Cavestany Cajas de luz (2020) proporcionan un toque vibrante a este espacio con aires del siglo XIX: dos grandes estructuras de metacrilato que contienen diversos materiales e interactúan con el medio en el que se sitúan.
Además, la Suite también cuenta con obras de la artista madrileña Cristina Almodóvar o el joven artista José Cháfer, ambos con más obra expuesta en diferentes espacios del hotel.
En lo que respecta a los muebles y objetos que visten la Suite Real, algunos fueron comprados en subastas para reforzar el carácter histórico del espacio. Entre las piezas adquiridas, destacan una lámpara de la histórica Real Fábrica de Cristales de la Granja instalada en el dormitorio, o un espectacular “drum table” inglesa de caoba con tapa de cuervo verde, de la época de Jorge III (principios del siglo XIX) situada en la Biblioteca, una cómoda de Carlos IV o dos magníficas lámparas de cristal en el baño y entrada al dormitorio procedentes de un palacio del sur de España.
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