Sencillamente es impactante. Podría ser un jardín botánico, el hall de un hotel de Dubai... pero no. Es el aeropuerto Jewel Changi de Singapur.
Una infraestructura que siempre se cuela entre los mejores aeropuertos del mundo, y que ayer mismo inauguró un espacio que nos hace soñar sin remedio.
En este espacio, la pieza estrella es una cascada llamada Rain Vortex que tiene una caída de 40 metros de altura, convirtiéndose en la cascada interior más alta del planeta transportando casi 38.000 litros de agua de lluvia por minuto.
La cascada, además de ser espectacular, es sostenible, ya que está diseñada para aprovechar el agua de las numerosas tormentas que sufre esta ciudad asiática y reutilizarla en el complejo aeroportuario. Y además, la cascada también permitirá enfriar de forma natural el aire.
Además de por la altura, la cascada también sorprenderá por las noches gracias a una iluminación especial que permitirá reproducir distintas formas animadas para ofrecer un espectáculo visual para los pasajeros.
El nuevo espacio diseñado por el estudio de arquitectura Safdie Architects, cuenta con un increíble jardín interior de 14.000 metros cuadrados y salpicado de puentes, miradores, o un laberinto de espejos. Este jardín botánico es la ampliación del aeropuerto que conectará las tres terminales del aeropuerto.
Más información | Safdie Architects