El 62% de los trabajadores españoles quiere ser más creativo en su actual puesto de trabajo, sin embargo, tan solo el 34% reconoce que realizan diariamente tareas que requieren creatividad... Así se desprende de una encuesta elaborada por la multinacional Steelcase “La Creatividad en el trabajo” realizada a 5.000 trabajadores de seis de las mayores economías del mundo: Alemania, Francia, EEUU, España, Reino Unido y Japón.
La tecnología está cambiando de manera abrumadora la forma de vivir y trabajar y la integración de la Inteligencia Artificial en nuestras vidas será cada vez más mayor. Sin embargo, los robots serán una herramienta de ayuda para los humanos, no la competencia. Lo fundamental del proceso de automatización es gestionar y formar a las personas y aplicar los conocimientos en la toma de decisiones, la planificación o el trabajo creativo según explica Alejandro Pociña, presidente de Steelcase y el ambiente y el entorno laboral, en este sentido, tienen mucho que decir.
Este estudio demuestra que las empresas no están concediendo a los trabajadores ni el tiempo, ni el espacio, ni las condiciones necesarias para que aflore la creatividad. Así, según el informe, los procesos organizacionales (35%), la carga de trabajo (83%) y las oficinas poco inspiradoras (20%) son las principales barreras que ponen freno al proceso creativo en el entorno laboral.
Romper estas barreras comienza con aceptar que la creatividad no tiene lugar por sí sola sino que es necesario fomentarla y apoyarla en el contexto de un entorno creativo. Las organizaciones pueden ayudar a fomentar el pensamiento creativo a la que vez construyen una cultura de equipo abierta y de confianza, mediante un ambiente inspirador.
Algunos consejos para lograr espacios más inspiradores son:
Flexibilizar el espacio: crear un espacio con elementos fijos y móviles con paneles que se puedan mover, utilizar soluciones configurables y móviles, conseguir la privacidad necesaria para realizar audio y videoconferencias y dar la opción de poder elegir dónde y cómo trabajar en función de la tarea que tengan que realizar.
Diseñar un entorno inspirador: abundante luz natural y buenas vistas, incluir elementos naturales mediante el uso de distintos patrones, colores y texturas, de modo que se consiga transportar a las personas al exterior, llenándolas de energía, relajándolas y estimulándolas, utilizar el color en función de la necesidad de estimular o relajar, diseñar espacios confortables y útiles para las relaciones informales y dejar que los trabajadores personalicen su propio espacio de trabajo con elementos estimulantes.
Crear espacios colaborativos: posicionar los espacios de trabajo individual alrededor de los de grupo para maximizar la visibilidad, crear áreas de grupo para reuniones de braimstorming y puntos de información informal, facilitar las conexiones para involucrar a los equipos virtuales que se encuentran en otras localizaciones, facilitar la posibilidad de mostrar la información verticalmente con pizarras, superficies donde se puede pegar o proyectar y favorecer diferentes posturas a lo largo de la jornada laboral (de pie, sentado, reclinado, en movimiento), para mejorar el bienestar físico, cognitivo y emocional.
Hacer del espacio una herramienta más: hacer que el espacio esté tecnológicamente conectado, considerar las paredes como espacios para mostrar información, hacer que los espacios de almacenaje sean accesibles para todo el grupo, considerar los elementos para almacenar, tanto para guardar materiales como para definir espacios y crear límites naturales con pantallas, paredes, mobiliario y plantas para diseñar áreas específicas para la creatividad.
¿Qué os parecen estas ideas?
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