Los proyectos que reúnen diferentes estilos arquitectónicos son armas de doble filo. Pueden resultar sumamente atractivos como terminar siendo verdaderas catástrofes visuales. La remodelación de edificios y construcciones antiguas se han puesto muy de moda en los últimos años con proyectos verdaderamente interesantes. Tal es el caso que nos ocupa hoy y que nos viene del lejano oriente.
La controvertida ciudad de Beijing, en China, es un laboratorio arquitectónico en el que los despachos arquitectónicos y diseñadores se dan gusto con realizaciones a veces sorprendentes. El Vue Hotel rompe un poco con la tendencia modernista a exceso de la capital china ya que conjuga de manera muy eficiente, tradición y modernidad.
Se trata de un conjunto de edificios bajos de los años cincuenta que han sido completamente remodelados para convertirse en un hotel boutique de 80 dormitorios. Lo interesante del proyecto reside en el contraste entre el exterior bastante tradicional y un interior definitivamente moderno y funcional. Los colores exteriores son oscuros mientras encontramos muchas referencias a la arquitectura y cultura china.
El interior por su parte es un perfecto conjunto moderno que bien podríamos encontrar en cualquier otra ciudad del mundo. Las líneas geométricas y definidas del mobiliarios contrastan con la multitud de detalles orientales del exterior. La modernidad decorativa se conjuga igualmente con elegancia con maderas que le dan mucha calidez al conjunto. Para recordarnos que finalmente nos encontramos en tierras orientales detalles de diseño tradicional chino, como espejos, se esconden discretamente a lo largo del lugar. Una delicia oriental en la que nos encantaría hospedarnos.
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