El otro día comentábamos la tendencia de adornar nuestras paredes con mensajes, con frases célebres y humorísticas y hoy vamos a una tendencia, la verdad, complicada: anuncios de neón por las paredes.
Lo hemos visto en el interior de comercios, bares y restaurantes y ahora dan el salto a las casas particulares. Quizá cuando hablábamos de interiorismo americano de los años 50 revisitado, también se referían a estos carteles de neón, clásicos de las hamburgueserías.
La historia entre el neón y el capitalismo se remonta a décadas. Vemos los centros de ciudades como Tokio o Nueva York hasta arriba de luces de neón y nos atrae de la misma manera que nos repele un poco. En realidad es la carga simbólica de todas esas luces que invitan al consumismo indiscriminado.
Es como ver Las Vegas desde el espacio, los carteles de neón nos llaman, los destellos de luz suponen la primera inmersión en la Ciudad del Pecado. Pero esto no es ni una milésima parte de la historia de las luces de neón. Menos sabido es que, durante la época soviética, Polonia se echó en brazos de las luces de neón y a partir de los años 60 se llegaron a instalar más de un millar de letreros por toda la nación.
Pues, más allá de su simbolísmo, aquí los tenéis, reconvertidos en decoración particular, palabras bonitas, casi siempre en inglés, como Love, Peace o Relax, o letras sueltas. La compañía "Lettering Neos", por ejemplo cuenta con un sistema único de letras de neón que se pueden combinar para crear varias frases, oraciones, nombres o únicamente una sola letra o puntuación, incluso puedes adquirir letras del alfabeto griego.
Azules, rosas, púrpuras o verdes,formas, frases, letras o palabras... Por aquí si que no paso, a mi me siguen recordando los clubes de carretera.
¿Os gusta el neón en las paredes?
Imágenes | Helynn Ospina, Lettering Neos En Decoesfera | La adivinanza decorativa del viernes: blancos
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