La verdad es que cuando vi la fotografía sobre estas líneas, me acordé de la habitación de la pequeña Cécil que nos mostraba hace unas semanas nuestra compañera Fiona por la manera de remarcar las molduras. Leyendo más detenidamente, vi que para lograr este efecto tan curioso y naïf, los dueños de esta casa repasaron las molduras y decoraron el papel de la pared con un rotulador permanente.
Para imitar este look lo único que tenéis que hacer es comprar un rotulador permanente tipo Edding con la punta a vuestra elección, aunque es más sencillo de hacer con la punta más gruesa porque requiere menos precisión. En la foto, vemos cómo sobre un papel liso se han pintado objetos sobre la repisa de la chimenea (en este caso zapatos), y además se ha seguido un patrón para decorar el resto. El conjunto se completa con un friso casi en el techo y la imitación de una chimenea bajo la repisa.
Lo cierto es que si bien este estilo es muy original y seguro que nadie lo tiene igual, probablemente cansa al cabo del tiempo, aunque es muy barato y sencillo de renovar, bastaría con volver a empapelar o pintar encima con una pintura que tape lo dibujado. Otro problema que le veo yo es para aquellos que no tengan buen pulso, que seguro que cometerán errores (para hacer esta afirmación estoy pensando en mí) y es difícil de arreglar.
Para evitar errores inesperados, lo ideal es probar antes con lápiz el diseño que vais a hacer después. Tampoco estaría de más medir antes de ponerse manos a la obra la pared donde se va a dibujar para que quede proporcionado el diseño, y así conseguir que todo encaje perfectamente.
No obstante, es ideal para decorar habitaciones infantiles, usando rotuladores de muchos colores distintos y, ¿por qué no? Imitando los dibujos de vuestros hijos. Si alguien se atreve que mande las fotos, estaremos contentísimos de ver los resultados.
Imagen vía | Casa Sugar
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