Érase una vez una niña que se llamaba Cécile, que soñaba con ser una gran actriz. Cécile se llamaba en realidad Cecilia y vivía en Chamberí, pero ella le decía a todo el mundo que en realidad ella era de París, al fin y al cabo ¿no es allí de donde dicen que vienen los niños? Cécile, que era muy coqueta, tenía un tocador, desde el que peinaba una y otra vez su preciosa melena morena clara, y miraba, como de soslayo, todo lo que pasaba en la placita de enfrente de su casa.
Así empieza este cuento, la historia de Cécil y por ende, de su habitación, un dormitorio de cuento donde todo parece dibujado a capricho de nuestra pequeña protagonista. Este es el espacio ideado para Casa Decor Madrid 2009 por Espaciopapel y firmado por Adriana Ramiro y Guillermo García-Hoz.
La personalidad de la pequeña Cécile se va descubriendo a lo largo del cuento que define la memoria del proyecto, una habitación para una niña soñadora en la que se plasman sus sueños y deseos infantiles.
![](https://i.blogs.es/2c029c/la-habitacion-de-la-pequena-cecil-6/450_1000.jpg)
Las paredes se cubren de vinilo, una tendencia muy vista en esta edición de Casa Decor Madrid 2009, que hace las veces de papel pintado con alguna ventaja sobre este, a saber: se puede colocar y retirar con gran facilidad.
Espaciopapel ha creado un dibujo que se repite en las paredes y el la colcha de la cama, un grafismo verde y blanco bastante sorprendente, alegre y con un cierto aire irreal. La parte inferior muestra un friso dibujado en grandes trazos así como las molduras y marcos de las puertas.
Por ello es el marco adecuado para los muebles, realizados en blanco y con unas líneas que resaltan sus contornos, un detalle que hace que parezcan dibujados sobre papel. Resulta curioso como unos muebles cuadrados y simples se convierten en mesillas y consolas de aire clásico mediante unas pocas pinceladas.
![Un plano de la cama de Cécil](https://i.blogs.es/f68bc9/la-habitacion-de-la-pequena-cecil-1/450_1000.jpg)
![Armario pintado en la pared](https://i.blogs.es/c9e721/la-habitacion-de-la-pequena-cecil-2/450_1000.jpg)
A Cécil le gustaba mucho pasarse las horas muertas leyendo enfrente de su pequeña chimenea o hablando con sus mascotas. A Cécil no le gustaba el mundo de los mayores, las prisas y los teléfonos. A Cécil le gustaba ir casa de su abuelita y ver con ella las fotos de sus padres, de sus abuelos, de los padres de sus abuelos y de los abuelos de sus abuelos.
Una de las paredes acoge un armario imaginario en el que una de las lámparas luce de manera misteriosa. Allí reposan los juguetes, fotografías y libros de Cécil, Cecilia en realidad; quién sabe como sería en verdad esta habitación si no fuera por su desmedida imaginación...
Sobre la cama, una lámpara colgante repite en sus aros la greca de la pared, y ofrece matrices rosas, el color que en pequeñas dosis contrasta con el intenso verde predominante.
Varias jaulas cuelgan del techo, pero los pájaros vuelan libres por la estancia o descansan confiados sobre la cama. Sus jaulas están abiertas y en algunas se encierran las obsesiones de los adultos.
![](https://i.blogs.es/a0bec1/la-habitacion-de-la-pequena-cecil-4/450_1000.jpg)
![Detalles de la habitación](https://i.blogs.es/27cf31/la-habitacion-de-la-pequena-cecil-8/450_1000.jpg)
Un buen día por la mañana, su madre, al ir a despertarla, descubrió que ya no estaba ahí. Hay quien dice que se la ha visto en París, actuando en el teatro y hay quien dice que desapareció para siempre pero que su espíritu todavía vive en su pequeño cuarto de la segunda planta en Luchana 22. Pero no tengáis miedo, no asusta a nadie. Bueno, no asusta a nadie que no vaya con prisas o hablando por el movil..."
Junto a la ventana vemos un tocador, en el que Cécil se mira una y otra vez en el espejo imaginándose junto al Sena, paseando mientras los pájaros la guardan y protegen. Un módulo cuadrado se convierte en un clasico escabel de color verde. Un trampantojo esquemático, sencillo y efectivo.
Este espacio ha sido una sorpresa muy agradable, una propuesta diferente y cargada de imaginación que nos ha hecho soñar por unos momentos. Casi pudimos sentir los latidos de Cécil a nuestro lado, sonando a dúo con los cantos de los pájaros.
En Decoesfera | Casa Decor Madrid 2009
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