¿Quién no se ha desesperado delante del típico puzzle de diez mil piezas, todas iguales y pequeñitas? ¿Quién no se ha rendido después de tener muerto de risa un puzzle en el que sólo están los bordes, durante meses y meses? Pues aprovecho este blog para salir del armario: yo soy esa, yo soy la que se desespera cuando no es capaz de terminar un puzzle y hace como si no existiera. Hoy se han acabado vuestros pesares porque he descubierto cómo aprovechar ese puzzle: pegándolo en una pared de impacto.
Para realizar esta manualidad, basta con acotar el espacio donde queráis pegar las piezas del puzzle y darle un color de base sobre el que destaquen las piezas, ya sea claro u oscuro, pero que no sea el color dominante en la ilustración. A continuación, podéis pasar a pegarlas ya sea con pegamento, con blutac o con cinta adhesiva de dos caras, todo vale.
Me gusta un montón cómo queda pegándolo al tuntún, sin seguir un patrón fijo, aunque si os sentís creativos podéis seguir algún dibujo preestablecido.
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