Ya sé que siempre se hace un poco de trampa con las fotos del antes y después y en este caso también. La foto del antes es con luz artificial y por lo tanto un poco oscura y obviamente la del después va a ser mucho más clara y luminosa... Pero además de eso hay tres cambios significativos que creo que pueden ser inspiradores si estáis pensando en hacer alguna renovación en casa.
Uno de ellos está en las sillas, es probablemente el cambio más atrevido porque las sillas pasan de blanco a amarillo, como veremos a continuación, pero hay otras dos cosas importantes que también se han modificado: el color de la estantería del fondo y la decoración de la pared que veis a la derecha... Veamos como.
Como veis la estantería se ha pasado al blanco y además se ha retirado previamente para pintar en la pared del fondo un gran círculo central, también en ese color. Por otro lado los cuadros de la pared han pasado de tonos cálidos a la gama de los azules aportando un toque mucho más refrescante.
Independientemente de que el efecto de la luminosidad esté exagerado por la fotografía, que sí lo está, la habitación ha ganado mucho. Los contrastes creados con los colores blanco, amarillo y azul, son arriesgados pero acertados y hacen que la habitación se vea mucho más moderna y que gane en personalidad. ¿Os atreveríais con unos cambios de color tan radicales?
Vía | Homepolish, Apartment Therapy y Emily Henderson
Fotos | Sean Gin
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