Si os digo que dentro de ese arcón hay una habitación entera, con paredes y todo, me tildaríais de loco, pero eso es precisamente lo que han conseguido los diseñadores Roberto De Luca y Antonio Scarponi con Hotello.
La cosa tiene un poco de truco, porque como veréis a continuación, las paredes son en realidad un doble sistema de cortinas --una visual y otra acústica--, pero aún así tiene mucho mérito, ya que ahí dentro hay también una cama, una mesa de estudio, una silla y hasta una gran lámpara.
En cuanto abrimos el arcón, ya vemos por donde van a ir los tiros. Intuimos un sistema de raíles para crear una estructura que defina el espacio y donde podremos colgar las cortinas, así como un sistema de tableros ligeros de los que obtendremos los muebles.
Una vez montado todo, el resultado es una amplia habitación que cuenta con una cama individual --sustentada por un curioso somier con muchas patas--, una pequeña zona de trabajo con un taburete y el propio arcón haciendo las veces de zona de almacenaje.
A lo mejor en primera instancia puede no parecer una idea demasiado útil, pero se me ocurren muchas situaciones en los que resultaría práctico poder crear zonas más íntimas en grandes espacios, como por ejemplo en hospitales de campaña o en el caso de personas desalojadas por catástrofes naturales.
Vía | Swiss Miss Más información | Conceptual devices En Decoesfera | OLA. Mesa plegable minimalista