A los niños la decoración no es que les preocupe mucho, pero les gusta rodearse de colores y tener bien a la vista sus juguetes preferidos. Por no hablar de todas aquellas cosas que crean con sus manos y exponen orgullosos para que todos las veamos. Las bolas de nieve son un detalle decorativo de dudoso gusto, pero como bien nos contaba Patch hace un tiempo, a los pequeños les fascinan.
Y si pueden hacerlos ellos mismos, con la ayuda de un adulto por supuesto, irán directamente a la lista de sus tesoros más queridos. Para ello solo hace falta un bote de conservas, algunos pequeños juguetes o figuritas con los que montar un diminuto bodegón, agua, purpurina, un poco de jabón líquido o aceite para bebé y pegamento.
Hay que pegar fuertemente los muñecos en la tapa, y cuando estén adheridos por completo, se llena el bote de agua añadiendo un poco de jabón líquido, o aún mejor, aceite para bebé, y un puñado de purpurina. Se enrosca la tapa y la bola de nieve está lista. Para evitar accidentes, sería conveniente sellar de alguna manera la tapa para que no se pudiera abrir fácilmente, con algo de pegamento extrafuerte, operación que nos tocará a los adultos para evitar probelmas con las delicadas manitas infantiles.
Más información | Dos Family
En Decoesfera | Casas con niños: el orden a su alcance
Ver 4 comentarios