Debían ser mediados de los 90 cuando mi madre se empeñó en pintar el salón en tonos salmón. A día de hoy nos puede parecer un tono muy dificil de combinar y aguantar, pero entonces era lo más de lo más. Naturalmente, tres años después, el salmón (y el gotelé) fue sustituído por un blanco roto que ha ido variando en las mismas gamas hasta día de hoy.
Me ha sorprendido encontrar varias propuestas en tonos salmón de decoradores e interioristas internacionales, parece que todo vuelve en decoración, incluidos los tonos salmón en las paredes.

Combinado con blanco y negro, este primer ejemplo me ha gustado bastante. El negro brillante, casi lacado le da modernidad y le quita ese puntito fin del siglo XX.

En este salón se ha apostado por un tono salmón suave, con la decoración adecuada, grandes ventanales y los textiles étnicos resulta elegante y sofisticado. Detallazo del espejo dentro de la chimenea, da profundidad y nos inspira para crear decoraciones increíbles.

¿Qué os parece? Apostáis por el salmón? Todo vuelve en decoración.
Imágenes | Domino
En Decoesfera | La vie en rose, cinco exteriores que te harán ver la vida en otro color
Ver 4 comentarios
4 comentarios
lectora-
Tal vez unos tonos mas claro que el de las fotos pero no para toda la casa.
Una pared del recibidor,la del sofá o la tele. Una funda para el sofá.
Todo ello si combina con lo que tienes en casa, claro. Es que me parece recargado.
No me gusta especialmente, no tengo ninguna prenda de vestir en esa escala de color.
macleestudios
El salmón, combinado bien con otros colores puede ser una buenísima idea para pintar nuestra casa. Sin embargo, coincido con uno de los comentarios anteriores: una habitación sería una buena opción pero no toda la casa.