Hace unos días empecé a buscar algo que aportara calidez a mi salón, me encontré con una lámpara que despertó en mí una mezcla de nostalgia y emoción. Era la reedición de una luminaria icónica de los años 70 y 80, una década marcada por el diseño atrevido y original. Al verla, no pude resistirme; algo en su estilo retro-moderno parecía pedir un lugar especial en mi hogar.
La lámpara Skurup
Esta lámpara, la Skurup, no es solo un objeto decorativo, sino una pieza que tiene historia. En su momento, fue un referente del diseño escandinavo, y ahora vuelve con fuerza para demostrar que lo clásico nunca pasa de moda. Decidí llevarla a casa y, sinceramente, ha sido una de las mejores decisiones decorativas que he tomado últimamente.
Colocarla en el salón fue como traer un pedazo del pasado con un giro contemporáneo. Su luz cálida no solo ilumina la habitación, sino que crea un ambiente acogedor y relajante. Es increíble cómo un elemento tan sencillo puede transformar por completo un espacio.
Su diseño original fue concebido para ser versátil y funcional, y, de hecho, lo sigue siendo: se adapta a cualquier estancia, ya sea el salón, el dormitorio o incluso la cocina. En mi caso, opté por el salón porque quería que fuera un punto focal, pero ya estoy pensando en conseguir otra para mi habitación.
Algo que me encanta de esta pieza es que combina a la perfección con diferentes estilos decorativos. En mi hogar, tengo una mezcla de muebles modernos y elementos vintage, y la lámpara encaja como si siempre hubiera estado ahí. Creo que este equilibrio entre lo retro y lo actual es lo que la hace tan especial.
Para quienes deciden apostar por una lámpara de este tipo, hay que pensar cómo integrar la iluminación con el resto de la decoración. Por ejemplo, yo añadí cojines y mantas en tonos cálidos para realzar la atmósfera acogedora que la luz proyecta. También se puede jugar con otros elementos metálicos o de madera para complementar su diseño, también en metal negro.
Esta lámpara cuesta menos de 13 euros, y cuenta con un cabezal y una lámpara flexibles, lo ue permite ajustar el ángulo de la luz con facilidad en función de las necesidades. Diseñada ahora por Mikael Axelsson, esta lámpara incorpora una pinza para poderla instalar allí donde sea.
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Fotos | Maël BALLAND e Ikea
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