De ellas ya te hablé hace unos meses en Alfombras de rombos en blanco y negro, un must have para la temporada de invierno, pero se han puesto tan de moda que incluso en verano los interioristas y particulares se vuelven locos por ponerla en proyectos y en sus hogares.
He preparado una selección de bellas propuestas, concretamente diez buenas razones por las que poner una alfombra marroquí en verano, para que te convenzas de lo hermoso que puede quedar en tu hogar en plenas vacaciones.
Se caracterizan sobre todo por sus dibujos geométricos, sus tonos naturales y su suavidad. No hay dos alfombras iguales. De trama espesa y nudo doble hacen que cuando has pisado una de ellas no lo olvides nunca.
Si en el anterior post las combinaciones cromáticas eran mucho más alegres y coloridas, para este verano las propuestas tienen un look neorústico, colores tierras, cremas y negros, muy sobrio, confortable y con un toque masculino.
En cualquier espacio de la casa
Es perfecto para dar calidez a los hogares neorústicos con suelos de microcemento, en verano te gusta pasear descalzo y si de vez en cuando pisas una mullida alfombra de lana es muy acogedor, imagínate en verano mirando una película con los pies descalzos, la brisa fresquita y una alfombra en los pies, es perfecto.
Y aunque el suelo sea de lamas de madera natural, cuando te levantas y pones por primera vez los pies en el suelo estaría genial encontrarte con una alfombra de pelo largo de lana en tu dormitorio.
Mézclalo con piezas clásicas del diseño
La alfombra marroquí es todo un clásico tradicional, los más prestigiosos y emblemáticos diseñadores del mundo, como Charles y Ray Eames, Arne Jacobsen y Le Corbusier tenían una en sus hogares. Supongo que es por este motivo que muy a menudo la vemos mezclada con clásicos del diseño.
En estas imagen la podemos ver con la butaca BKF de Bonet, Kurchan, Ferrari-Hardoy o con la despampanante PP225 o The Flag Halyard Chair de Hans J. Wegner, con bancos y sillas Thonet.
Combinala con mimbre, paja y bambú
Estas alfombras de lana suave y ligera hechas a mano por las tribus bereberes nororientales de la cordillera del Atlas en Marruecos combinan perfectamente con objetos de artesanía hechos de paja, mimbre, como cestas, canastos, lamparas.
Perfecta para una decoración en tonos tierras, blancos y negros
Son perfectas para cualquier espacio, sea cual sea su estilo decorativo, pero hoy buscamos un look veraniego y neorústico, por eso buscamos colores sobrios y muy naturales. Sus colores neutros, gracias a la lana natural sin teñir y sus sutiles dibujos teñidos con hennas en tonos negros, combinan con cualquier color.
Mézclala con madera, muselinas y pieles
En este caso queda genial decorar el espacio mezclando materiales veraniegos como el mimbre y los textiles vaporosos y materiales tradicionales de los clásicos del diseño, como son la piel y el metal. Se combinam lo perfecto y recto con lo irregular y expresivo.
Como ves es totalmente versátil, se acomoda a la perfección a cualquier estilo y arquitectura. Hemos visto hogares más veraniegos a hogares más cosmopolitas y urbanos, algunos más luminosos y otros más oscuros, unos más elegantes y otros más campestres. Los precios oscilan en función del tamaño y la casa que los comercializa, existen piezas por 350 euros hasta 3.000 euros. ¿Te he convencido, te gustaría usar una de estas piezas para el verano? Te aseguro que es toda una experiencia.
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