El mundo de la decoración tiene algo de magia... De un espacio viejuno e incluso casposo, en ocasiones se puede dar un completo lavado de cara sin meterse en obras. Y con resultados realmente sorprendentes.
Este es el caso de esta cocina de los años 80 que ha pegado un cambio radical sin meterse en obras y utilizando tan solo pintura; un material que ha costado menos de 30 euros. En total, la reforma de la cocina se hizo por 300 dólares, que al cambio, son 268 euros.
Esta cocina pertenece a la casa de una aficionada al bricolaje, (@pinch_mor ). La casa se construyó en 1912, y cuando se mudó allí, se encontró con esta cocina de los años 80 que no pegaba en absoluto con el ambiente que debería tener una casa de principios del siglo XX. La madera color cerezo, el granito y los azulejos en color beige hacían mal a los ojos.
La cocina era oscura, a pesar de la cantidad de ventanas que se abrían en las paredes. La solución para dar un toque de modernidad sin hacer obras y respetando los muebles y la disposición original fue combinar dos tonalidades de pintura.
Para empezar, con ayuda de sus padres, quitó los frentes de los armarios. Tras someterlos a una más que necesaria limpieza, quitaron el brillo que tenían y los imprimaron para aplicar la pintura. Una vez lijados, pintó los frentes utilizando un rociador de pintura portátil.
Los armarios de la parte superior los pintó en una tonalidad clara para aportar luminosidad, y la parte inferior, en un elegante verde azulado. Para elegir este último color, la propietaria de la casa se inspiró en las vidrieras de la ventana. Tras colocar los frentes renovando las bisagras, también cambió los tiradores.
Fotografías | Realtor.com
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