A veces con las prisas no pensamos con claridad y, en realidad, eso acaba por hacernos perder más tiempo. Por ejemplo, en tareas sencillas como doblar y guardar, lleva el mismo tiempo doblar bien que doblar mal o incluso menos... Porque si doblamos mal, muchas veces ocupamos demasiado espacio, o las cosas se desordenan y acabamos teniendo que sacar todo del lugar en el que lo habíamos puesto para volver a empezar desde el principio...
No sé si sabéis a qué me refiero pero sirve tanto para prendas de ropa, como para bolsas que queremos reutilizar y, por supuesto, también para paños o toallas. En el caso de estos últimos el método para doblarlos estilo Marie Kondo que podéis ver en el reel de Instagram bajo estas líneas, resulta especialmente sencillo, nos ayuda a ahorrar espacio y, si los colocamos en cestos a la vista, proporciona un acabado de apariencia muy profesional.
La idea no puede ser más sencilla solo son cuatro dobleces con la precaución de al hacer la cuarta introducir el extremo en el pliegue anterior para asegurar una mayor estabilidad del resultado. Es algo que puede hacer fácilmente un niño y que para un adulto puede resultar incluso relajante, por la propia técnica y por lo simétrico, estético y equilibrado del resultado.
De ese modo conseguimos que los paños o las toallas que doblemos siguiendo esa técnica queden perfectamente alineados y preparados para colocarse en armarios o a la vista de la mejor manera, asegurando que se mantengan bien ordenados hasta que llegue el momento de utilizarlos.
Foto de portada | FotoRieth en Pixabay
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