Una de las situaciones en las que la reforma del cuarto de baño tiene que pasar por algo de obra es cuando lo que queremos es cambiar la bañera por una ducha. Si en casa hay más de un cuarto de baño y alguno es accesible, la bañera es un lujo que nos podemos permitir, pero si solo tenemos un cuarto de baño a largo plazo la bañera no es útil. Con todo, hay formas de simplificar la obra y reducir costes en gran medida y hoy os traemos un buen ejemplo de ello.
Lo sabréis si habéis tenido en casa alguna persona mayor, dependiente o con dificultades de movilidad, la ducha es mucho más práctica y en este caso hace, incluso, que el baño parezca más grande, más moderno y mucho menos claustrofóbico.
La eliminación de la bañera implicó el cambio de alicatado de la pared en la que va la grifería y también del suelo, pero si os fijáis veréis que el resto de azulejos en las paredes laterales simplemente se han pintado en blanco, se nota bien en la cenefa. La mampara de tendencia a cuadros y en negro la hay en Leroy Merlin por 281 euros.
Obviamente el cambio también incluye el mueble de lavabo, el espejo, la iluminación y otros detalles decorativos, pero es el paso de bañera a ducha la mejoría más significativa en belleza, renovación y accesibilidad y especialmente interesante el detalle del pintado de azulejos para minimizar la obra y ajustar al máximo el presupuesto. ¿No os parece?
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