En Decoesfera somos muy fans de los cambios de cocina radicales. Nos encanta ver cómo cocinas que son feas a rabiar se transforman en preciosas cocinas que cualquiera de nosotros querríamos tener en nuestras casas.
Hoy, ponemos nuestro foco deco en la cocina de Yvonne Langen y Michael Rizk, dos canadienses que tenían una cocina viejuna de los años 90, con los muebles e eso color marrón anaranjado tan típico de esa época.
Junto a los muebles de color marrón, la cocina tenía azulejos de cerámica en color beige, una encimera laminada más fea que un dolor de muelas, y electrodomésticos blancos. Para rematar las paredes estaban pintadas de amarillo crema.
Una renovación total
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En la renovación la pareja pintó la parte inferior de los armarios de la cocina en color negro, combinándolos con el color madera cálida de los armarios superiores. Para hacer esa transformación, la pareja lijó el barniz y tiñó la puerta con acabado de roble natural.
Para las dos puertas que tenían vidrio, pusieron un film traslúcido en color verde que oculta el interior y que permite dar un toque diferente a este rincón de la cocina.
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Para el suelo apostaron por uno de los cambios más radicales de la cocina, al instalar un suelo de baldosas en blanco y negro con diseño de tablero de ajedrez.
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Para el protector de salpicaduras, decidieron instalar unos azulejos con formas geométricas, complementando a las nuevas y luminosas encimeras. El dorado también hizo acto de presencia en lámparas, en la grifería, en los tiradores de los armarios e incluso en la puerta del lavavajillas. El resto de electrodomésticos, tenían diseño en color negro.
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